Todo ha cambiado ya...
Mataste toda esa emoción que me daba cada vez que te escribía, puedes culpar a tu frialdad, puedes culpar a tu indiferencia, puedes culpar a esas veces que dejamos de hablar para tratar de alejarnos.Pero siempre me culparé a mi, por haber querido encontrar amor donde jamás lo hubo.
