El Ascensor

664 61 2
                                    

Un edificio muy concurrido, muchas oficinas en sus pisos.
En el asensor, las experiencias incomodas pasan siempre. Ves a alguien, saludas por cortesía con una sonrisa o un asentamiento.

Otro día como los otros, el rizado ingresaba al ascensor para ir al piso 28. El elevador estaba vacío por lo cual creyó que iría con más comodidad.

Cuando las puertas estuvieron a punto de cerrarse, un joven entró apresurado.

Viendolo de reojo "Parece muy lindo" Pensó.

"Huele bien, como a tierra" "¿Me gustará la tierra?" "Como un fetiche talvez" pensaba el otro chico.

"Tal vez solo deba hablarle" el rizado se dijo.

"Va al piso 28, donde estan los abogados. Debe ser un sexy abogado. O tal vez era el piso de contabilidad, si es bueno con los números mamá lo amaría" el ojiazul imaginaba.

Las puertas se abrieron y el rizado salió del ascensor.

"Ni siquiera se fijo en mi" Pensó Louis.

Dia dos

"Oh... Dos veces seguidas. Genial"

El ojiverde vio de nuevo al pequeño castaño.

"¿Me habrá notado?" se preguntaba el otro.

Ambos siempre pensando, imaginando y añorando.

"Uhh... Es deportista" el ojiazul se deletiaba con la vista.

Mientras el rizado maldecia interiormente porque lo vio en esas fachas.

"Nunca más vuelvo a venir en bicicleta a la oficina"

Cada día que se veían repetían la misma rutina, darse ánimos mentales para hablarse, nunca llegando a nada.

Habían veces en las que tomaban el elevador con la intención de ver al otro. Muchas de las cuales no fue posible.

Incluso, el rizado fue con un ramo de flores que nunca fue entregado.

Hasta que un día, el castaño entro con sus cosas en una caja. Había sido despedido.

Era la última oportunidad. Hoy era el día.

Y como si del destino se tratase, el rizado apareció.

H: "uh.. ¿Lo habrán despedido?"

L: "¿Querrá tener sexo lastimero?"

H: "Quizá debería darle unas palabras de consuelo"

L: "Tal vez sexo no, solo pizza estaría bien"

H: "Algún día podriamos salir y reírnos de como antes no hablabamos nada"

L: "Incluso podriamos casarnos"

H: "Descubrir que tal vez somos almas gemelas"

L: "Si tan solo volteamos y decimos algo"

Ambos se miraron, abriendo ligeramente la boca para decir algo y el timbre anunció que habían llegado a su piso.

Louis salió del elevador con sus cosas, mientras Harry lo vio irse.

No, esto no iba a quedar así.

El rizado salió del ascensor corriendo.

Cuando estuvo en la calle, la lluvia lo empapo. Sin importarle mucho, vio para ambos lados en busca del chico del ascensor.

A unos pasos, el castaño estaba a punto de tomar un taxi. Fue frenado por el ojiverde. Quien lo tomo del brazo, haciendo que lo viera. Ambos sin habla, el taxi se fue dejandolos solos. En medio de la lluvia.

—Mi nombre es Harry, y tal vez te parezca un acosador a algo así. Pero no he podido dejar de pensar en ti desde la primera vez que te vi en ese ascensor.

El pequeño estaba sorprendido, pero luego comenzó a reirse.

Harry, perplejo. Pensó que tal vez se estaba burlando de él. Arrepentido comenzó a alejarse del chico.

Hasta que la pequeña mano del ojazul lo detuvo.

—Harry, ¿Vamos por pizza?

"La primera opción era mejor" se regaño.

El de rizos sonrió levemente, las gotas escurrian por su barbilla. Percantadose que aun estaban bajo la tormenta.

—Claro.

Y en efecto, grandes cosas sucedieron.
Buenas y malas.

Su historia nunca se detuvo, pero de alguna forma. Eso es algo que solo esta en sus recuerdos.

Madrugadas de charlas, tardes de cariño, noches de pasión.

Rupturas y vueltas, porque no eran perfectos. Pero eran su complemento.

Años más tarde

Choque de copas

—Y feliz aniversario.

—Creo que estoy ebrio, Styles. Tu quieres aprovecharte de mi.

—Amor, creo que no se le llamaría aprovecharse sí tu eres el que espera desnudo en la cama.

—Yo duermo así.

—¿Destapado?

—Porque me sentía fatigado

—Huh, fingire creerte.

Luego de la cena, se retiran del lugar. Un restaurante muy fino situado en el último piso de un edificio muy alto.

Ambos ingresan en el elevador.

—¿Puedes creer que todo empezó en un ascensor?

El rizado pregunta nostálgico

—Sí, maldito. Me hiciste esperar meses antes de invitarme a salir.

—¿Por qué no me invitaste tú?

—No sabía que podría tenerte con solo chasquear los dedos.

Su esposo lo vio muy ofendido

—¿Qué? Ay... De acuerdo. Me daba penita. Eras guapo y eso...

—Te amo.

—Y yo también me amo.

—Louis

—También te amo.

Ambos sonrieron dandose un pequeño beso antes de que el timbre del ascensor sonara. Indicando el destino final.

ONE SHOTS (LARRY STYLINSON) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora