Tantas maneras de llegar a su casa luego de la escuela y la única favorable era tomar el autobús. Recordaba lo triste que fue ver su bicicleta hecha añicos después de que su madre accidentalmente la pisara con el auto.
¿Por qué su mamá no iba por él? Simple, trabajaba.
Entonces como el chico independiente que ha sido siempre se propuso caminar. Aunque no contó con el perro que lo perseguiria seis cuadras hasta deshacer su mochila.
O cuando intentó ir en patineta y terminó con un yeso en el brazo.
Suertudo no estaba en su definición.
Ir en autobús era menos peligroso para un chico que se atragantaba con su propia saliva.
La ruta de todos los días, el calor de la tarde y las personas amontonadas en el pasillo. Habían veces en las que no era tan concurrido, y eran pocas pero buenas.
Esta era una de esas, no tuvo problemas en encontrar un asiento al lado de la ventana. Sentía la brisa fresca, tan distinta a la temperatura interna del auto.
En una parada, subió un chico. Juró que era un ser divino. Podía venir del cielo para bendecir o del infierno para maldecir, sus ojos eran esferas del mar. Hipnotizantes e imponentes.
Ese bello chico se fue a sentar un asiento delante de él. Y creía que se iba a desmayar. ¿Cuando había dejado de respirar? Sentía la necesidad de respirar más profundamente, y en solo esa acción pudo oler la fragancia que desprendía aquel joven de mirada hechizante.
Tal vez hoy no sería un día malo, después de todo valió la pena llegar tarde a clases y ser sacado del salón para ir a detención. En clase de deportes el balón fue directo a su nariz, razón por la que tuvo que ir a la enfermería. Todo esto imposibilitó que tomará el autobús de las tres, entonces pensó que podría tomar más seguido el de las cuatro.
Una melodia clasica comenzó a sonar. Entonces el chico de adelante se removió en su lugar, sacando un pequeño objeto y luego contestó su celular.
—Hola... Sí, tonto. Soy Louis... No, esta tarde estaré en la cochera con Sesil—escuchar conversaciones ajenas era grosero. Pero ¿Quién no lo ha hecho nunca?—No, idiota. Mi guitarra. De acuerdo, nos vemos mañana.
Colgó y guardo el aparato.
Suertudo podía no estar en su definición pero lo que sí estaba era imaginativo.
Ahora ya sabía su tono de voz, su nombre y que tenía una guitarra a la que llamaba sesil.
Luego de una cuatro paradas Louis bajo. Dejando a un pequeño rizado con una sensación de enamoramiento. ¿Se puede? Sí, mas era algo pasadero, platónico. Ya que no lo volvería a ver en la vida, o eso es lo que pensó.
Louis, ¿Cómo sería Louis?
Tal vez era un chico rebelde que toca la guitarra, tiene su banda. Y seguro se ve guapo montado en su moto.
Alto, si tuviera moto no tomaría el autobús.
Pero... Si tan solo...
Entonces tuvo la idea, comenzó a escribirla en su celular.
Al llegar a su casa decidió subirlo a su cuenta personal de una aplicación que usaba con frecuencia. Wattpad.
"El motoquero del amor"
...
—Louis, mis padres no lo permitirán. Tu eres un rebelde sin causa.
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ONE SHOTS (LARRY STYLINSON)
FanficMuchas ideas en mi mente tienen como resultado esta serie de pequeñas historias.