Despistado

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Una historia muy cliché.

Se conocieron en la universidad, uno era muy reservado y el otro no podía parar de moverse y hacer ruido.

Perfectos el uno para el otro.

Pero hay algo que le ha estado incomodando a Louis. Algo que lo tiene de mal humor.

Ellos aún no han tenido sexo.

¿Cuanto tiempo llevaban juntos?

Dos años, dos bellos años de amor y dulzura. Sin embargo Louis ya no quería dulzura, quería pasión. En algún momento pasó por su mente "Quizá no le atraigo de esa forma" descartandola enseguida porque ¿A quien no le atraería?

Muchas noches se vio frustrado ante lo despistado que su novio podía ser.

—¿Podrías mostrarme otra vez tus tatuajes?—pidió con una inocente mirada.

—Claro—el rizado se quito la polera mostrando su escultural torso pintado por tatuajes. La mayoría en conjunto con su pequeño.

Entonces con su dedo comenzó a juguetear con los olivos. A lo que el rizado comenzó a reirse y retiró la mano de su novio.

—Me haces cosquillas, amor.

—No es ahí donde quiero provocarte sensaciones—dijo cínico.

El ojiverde le dio media sonrisa que él correspondió.

—Oh.. Ya entiendo. Si quieres te puedo ayudar a preparar la cena esta vez.

Se levanto del sofa, dejando una vez más frustrado a Louis.

El pequeño castaño ya estaba harto de esperar.

Esta noche, seduciria a su novio.

—Hazz, creo que hace mucho calor. Deberías quitarte la chaqueta.

Su novio lo miró confundido

—Hace mucho frio en realidad

—Pero yo si estoy muy caliente

—¿Tienes fiebre?—el rizado toco su frente con el dorso de la mano—¿Te estas enfermando?

El otro blanqueo los ojos.

—No—sonrió coquetamente, y se acerco a besarlo con profundidad, jugueteando con su lengua. Se alejó para preguntar—¿Quieres ir a mi habitación?

—Claro—respondió su novio con una sonrisa

—¿Trajiste protección?

—¿Huh? ¿Por qué? ¿Qué hay ahí arriba?

El ojiazul hizo una mueca de molestia para después sonreír maliciosamente.

—Esto—acto seguido se quito el sweeter que llevaba y subió las gradas. Siendo seguido por su novio.

Una vez en la alcoba del castaño, el rizado cerró la puerta.

Cuando dio la vuelta, se cubrió los ojos. Pues Louis estaba completamente desnudo.

—¿Amor no hace crees que te puedes enfermar?

—Agh... Basta Harry. Deja de cubrirte los ojos—ahora utilizó un tono aniñado—O es que... ¿No te parezco atractivo?

El rizado quito sus manos del rostro y vio la desnudez de du hermoso novio.

—No es eso...

—Llevas tiempo evitandolo...

—No lo he hecho antes... Y quizá no cumpla con tus expectativas.

Dijo cabizbajo.

—Cariño, esto no se trata de la satisfacción de uno. Es de ambos. Además...—bajo la mirada— Veo que ya tienes un problema ahí.

Si, habia una ereccion marcandose en los pantalones del rizado.

—Louis... ¿Quién es el activo?

Louis hizo una mueca.

—¿Es en serio? Okay, te mostraré

El pequeño fue a la cama y se inclino un poco, apoyando sus brazos en la cama, exhibiendo su trasero. Volteo a verlo.

—¿Tú quien crees?

—Oh...

—¿También serias pasivo?

—Yo... Yo... No lo se...

Vaya que era inexperto.

Pero su pequeño travieso se encargaría de mostrarle, enseñarle y ¿Por qué no? Aprender nuevas cosas juntos.

El castaño se levanto de la cama en dirección al rizado.

Atrapó sus labios en un beso desenfrenado, procediendo a quitarle las prendas una a una. Sin perder el toque. Solo breves momentos.

De a poco el ojiverde se dejó llevar, comenzando a descender por la barbilla del pequeño. Llegando a su cuello, donde jugueteo y mordio la piel. Ocasionandole leves jadeos a su pareja. Quien aprovechó la oportunidad y tomó un su mano el miembro del más alto. Produciendole un espasmo ante el toque. Comenzó a bombear hasta que sintió que era hora.

Fue hasta el baño y de ahí trajo una botellita.

—Hazz ¿Crees que estas listo? ¿Te sientes listo?

Su novio exitado y sudoroso, asintió desesperado.

—Bien, cariño. Solo observa por hoy. Después tu serás quien se encargara de esto.

Harry no comprendía a que se refería.

El castaño abrió el frasco y con un dedo sacó un poco del liquido viscoso que contenía. Llevandolo a su entrada. Esparciendolo alrededor y luego introduciendolo. Cerrando los ojos al principio mientras movia su dedo en circulos, luego introdujo otro. Sacandolo y metiendo mientras pequeños gemidos salian de su deliciosa boca. Un tercero fue añadido, pero en unos instantes el rizado lo detuvo.

El ojiazul lo miro con lujuria y se acercó a él. Se veía tan caliente, recostado en la cama. Paso sus piernas a cada lado de las caderas del menor. Tomó la hombría de su novio y con sumo cuidado fue introduciendolo en su entrada.

Robando gemidos por parte de ambos, cuando su interior se acostumbró a la longitud del rizado. Empezó a mover las caderas, al principio lento. Después aumentando el ritmo.
Esa habitación se lleno de placer y gemidos.

Y esa noche, Louis ya no se sintió frustrado. Y Harry descubrió que esto le encantaba. Podrían repetirlo unas veces al año. O tal vez muchas.


ONE SHOTS (LARRY STYLINSON) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora