B R O K E N «Hardzzello||Hardzello» Ben Hardy x Joe Mazzello

43.

"Mierda" Bufe molesto al escuchar una vez más como no se completaba bien la llamada, mandándome al buzón de voz.

Tres días sin saber absolutamente nada de Ben.

Ya era lunes otra vez, por lo que me encontraba una vez más en el trabajo.

"¿Todavía no te contesta?" Pregunto Sebastian recargado en el fregadero.

"No" Le contesté aún teniendo mi teléfono en mi oreja volviendo a escuchar lo mismo, por lo que colgué y guarde el móvil.

"Ve a hablar con él Joe, te doy el día libre" Dijo Sebastian al ver lo desesperado y ansioso que estaba.

"¿De verdad?" Le pregunte mordiendo mi labio inferior.

"Claro" Sonrío. "No soy tan malo como tú piensas"

"Muchas gracias" Suspiré.

"Ven aquí" Extendió sus brazos indicándome que lo abrazará y así lo hice. "Todo estará bien cariño, si está molesto contigo y aún no entiende que puedes tener amigos, no te merece Joe. Eso es no tenerle confianza a tú pareja"

Ya sentía el maldito nudo en mi garganta.

"Necesitaba esto" Dije al separarme de el fuerte cuerpo de el castaño. "Me voy"

"Que te vaya bien y suerte" Levanto sus pulgares hacia mí.

Le di una última sonrisa y salí del lugar.

➰➰➰

"Puede esperarlo aquí señor Mazzello" Dijo la castaña al dejarme entrar a la oficina de Ben. "¿Se le ofrece algo más? ¿Un café tal vez?"

"Oh, no gracias, estoy bien" Le sonreí levemente.

"Si necesita algo, digamelo, estaré a fuera" Fue lo último que dijo para después salir del lugar, dejándome completamente solo en la oficina de Ben.

Comencé a dar vueltas de un lado al otro pensando exactamente en lo que iba a decir.

Me dirigí a su escritorio y noté como tenía un cuadro con una fotografía dentro de el; era nuestra foto en la Isla Catalina con los niños.

Mierda, ahora estaba más nervioso.

Tomé el cuadro entre mis manos recordando ese bello momento todos juntos; como una familia. Por que eso éramos.

La puerta de la oficina de Ben se abrió dejándolo entrar con Gwilym detrás de él.

"Hola Joe" Me saludo el ojiazul al verme. "Yo estorbo aquí, así que ya me voy"

El ojiazul no tardó en irse al instante para cerrar la puerta y dejarnos solos a Ben y a mí.

El ojiverde me miró un momento haciendo que mis ojos color avellana se conectarán con los suyos.

"¿Tienes hambre? Por que yo sí, puedo pedir algo para los dos" Hablo Ben rompiendo el silencio incómodo que se había formado.

Me esperaba algo peor, una reacción diferente al verme. No que me pidiera algo de comer.

"Sí Ben, me muero de hambre" Comencé a sentir como mi estómago gruñía. "Pero primero me gustaría que hablaramos"

El rubio asintió con la cabeza. "Sólo deja pido nuestra comida"