- ¡Está muerta! ¡Está muerta! Por Dios la he matado, la he matado...-Gritaba histérica Mariam, quien estaba completamente llena de sangre. Sus manos, su vestido blanco, su cara... todo estaba lleno de sangre y por supuesto no suya.
- Mariam, por Allah... que acabas de hacer...-Dijo Dauda colocando sus manos en la cabeza, sin poderse creer lo que sus ojos estaban viendo. Debía de ser un mal sueño, una pesadilla de la que no podía despertar. Sin embargo cada vez que miraba a su mujer y el charco de sangre... se daba cuenta de que no estaba para nada alejado de la realidad. No, desde luego que no estaba soñando. -Dime...dime ¿qué... qué acabas de hacer? ¿Por qué hay tanta sangre? ¿Qué has echo Mariam? ¡Qué has echo! - Gritaba Dauda desesperado. Su mujer no le contestaba y él se temía lo peor.
- Ella... ella...no se movía, ella no se movía. -Después de una larga pausa miró hacia los ojos de su marido aterrorizada y preguntó:
- ¿Me van... me van a meter a la cárcel? ¿Voy a pasar el resto de vida en la cárcel?-Decía Mariam de cuclillas, cerca del charco de sangre que había causado ella, pero... ¿con quién?
- Mariam, baja la voz que nos pueden escuchar. Debes calmarte y explicarme que es lo que acaba de suceder. ¿Dónde está Safia? Dime, que has echo con ella. -Le resultaba duro e incrédulo tener que preguntarle esto a su mujer, con la que había compartido casi quince años de su vida, pero debía hacerlo. -¿ La has... matado? -Dijo por fin exhalando un suspiro.
- Yo... yo la maté por ti...-Dijo poniéndose de pie acercándose a él. -Todo esto ha sido tu culpa.
- ¿Cómo que mi culpa? Dios mío que locura acabas de comenter... dime, dime que es mentira lo que me acabas de decir.
- Ahora te haces el loco, el que no sabe nada. ¿Te creías qué no me iba a enterar? ¿Cómo has sido capaz? ¿Cómo has sido capaz de traicionarme de este modo eh? -Se acercó más a él y empezó a darle golpes en el pecho. -¿Es qué acaso no soy suficiente para ti?
- Te juro que todo lo que te ha contado es mentira... ella busca separarnos te juro que... -Mariam respondió dándole una bofetada.
- ¿Cómo eres capaz de mentirme?Para tu información ella no me ha contado absolutamente nada. Yo, yo misma os oí. -Dijo mientras se golpeaba el pecho. -Eres un cerdo, como has sido capaz... como. -Seguía llorando desconsoladamente. -¿Ves lo que acabas de provocar? La he matado... la he matado. -Decía mientras se postraba contra el suelo.
- Mariam... verás ha sido cosa del Shaytaan... yo no estaba pensado, yo... Ella fue quien me sedujo, sabes que soy hombre...Mira Mariam ahora no hay tiempo de discutir... Me tienes que decir dónde está ella.
- Es increíble... ¿hasta muerta te sigue interesando?
- Mariam ya basta dime dónde demonios la has dejado. A caso... ¿quieres ir a la cárcel? Yo solo quiero ayudarte.
Mariam decidió no contestarle. Optó por ponerse de pie y dirigirse hacia el sótano de su casa, seguida por su marido, dispuestos a ocultar el terrible crimen que acababan de cometer.Dos días antes
Dakar, Senegal en una fiesta.
- ¡Safia! ¡Safia! Amiga debes despertar. ¡Qué alguien me ayude! -Gritaba Adama desesperada al lado de su amiga quien se encontraba inconsciente. Decidió echarle agua de la pequeña botella que tenía en su bolso. -¿Safia? -La idea de echarle agua en la cara fue estupenda porque su amiga estaba despertando. -Eso, abre los ojos poco a poco.
Safia abrió los ojos y no sabía muy bien que es lo que había sucedido. Porque su amiga tenía lágrimas en el rostro.
- ¿Dónde... dónde estamos? -Preguntó mientras se incorporaba con la ayuda de su amiga. -¿Qué demonios ha sucedido?-Entonces como si de un flashback se tratará, Safia empezó a recordarlo todo. El vestido, la fiesta, los amigos, la música... pero lo más importante...aquellas dos chicas... aquellas dos chicas exactamente iguales a ella. Entonces se levantó bruscamente mirando por todos lados en busca de ellas. Juraría que no lo había soñado. Que lo que vio era cierto.
- Adama donde están... ¡Dónde están! ¿A dónde han ido? -Su amiga quien la miraba apenada no sabía que decirle porque no había sido capaz de alcanzarlas.
-Adama...¿Por qué no me contestas?-Empezó a llorar.
- Safia, debes calmarte, ¿vale? Acabas de desmayarte... yo no podía dejarte aquí tirada en medio de la calle. Ellas... intenté parar el coche pero, se fueron. Golpeé varias veces la ventanilla pero todo fue en vano.
- ¿Las vistes de cerca? -Dijo Safia mientras se secaba las lágrimas con la mano.
- Sí. Safia debes saber que...no me cabe la menor duda de que ellas son exactamente iguales a ti. Te lo juro por Allah. Las vi perfectamente, cuando me acerqué corriendo hacia el coche, ellas ya habían entrado. Di varios golpes, y las dos fijaron su rostro en mi, fue cuando una de ellas bajo la ventanilla y me dijo que dejara de dar golpes a su coche. Dios mío quedé inmóvil al escuchar esa voz... era...es...exactamente igual a la tuya. Sus ojos, sus labios, sus cabellos, absolutamente todo es igual a ti. Lo único que he logrado escuchar es que una de ellas se llama Sarah. Mientras su hermana me gritaba, ella le dijo que subiera la ventanilla.Yo en ese momento quedé paralizada. En lo único que pensaba era en donde demonios te encontrabas. Fue cuando me di la vuelta y vi que tú no estabas a mi lado.
- Yo... había sentido un fuerte dolor en el pecho. Creo que fue demasiado lo que mis ojos en esos momentos veían... sentí mi cuerpo inmóvil, y luego... luego ya no recordé nada, probablemente porque me desmayé. Adama crees... crees que son ¿mis hermanas?
- Lo que si no creo es que alguien pueda parecerse a otra persona tanto sin tener ningún parentesco. Además ellas no se parecen a ti... ellas son clavadas a ti. Entonces mi respuesta es sí. Yo estoy casi segura de que ellas son tus hermanas.
- Adama, puedo decirte que lo que he sentido, que lo que mi corazón ha sentido, basta para decirte que ellas tienen algo que ver con migo. Ha sido un sentimiento muy fuerte y a la vez muy especial, que nunca en la vida había sentido. Todo esto es muy difícil de asimilar. No entiendo absolutamente nada... ¿Por qué yo estoy aquí viviendo una vida tan miserable y ellas están juntas? ¿A caso sabrán de mi existencia? Adama tengo... tenemos que saber quiénes son, porque son idénticas a mi, porqué me abandonaron...
- No sabes si te abandonaron o no. Llevas toda la vida sabiendo solo una versión. La que la señora te ha estado diciendo. ¿Y si las cosas no pasaron tal y como las estamos pensado? A lo mejor no te han abandonado...
- Entonces si no me han abandonado... ¿me han secuestrado?
- No lo sé Safia. Pero si te hubieran abandonado, ¿por qué tus otras dos hermanas están juntas? Safia Lo único que ahora mismo sé, es que lo vamos a descubrir. No te voy a dejar sola en esto. Te prometo que averiguaremos todo esto.
- Adama tengo hermanas, e idénticas a mí. Entonces significa que somos ¿trillizas? A lo mejor tengo mamá y papá... Dios tengo que saber de ellas, tenemos que sacarle toda la información que podamos a la señora. Ella sabrá el porqué de todo esto.
- ¿Tú estas loca? De momento ella no tiene que saber que lo sabemos. Sería capaz de volver a mentirnos o de hacer algo mucho peor. Lo investigaremos por nuestra cuenta, intentaremos averiguar todo lo posible. No te desesperes, sabremos quienes son y porque tú no estás con ellas. Bueno Safia deberíamos ir yendo a casa, ya es tarde y allí podríamos hablar las cosas en tranquilidad.
Adama decidió parar un taxi, quien les llevó a su casa.

ESTÁS LEYENDO
SIN TRES NO SOMOS DOS(terminada)
RandomSarah y Jalilla son hermanas gemelas completamente idénticas, tan diferentes en personalidad pero tan iguales físicamente que incluso su propia madre no las puede diferenciar. Como todo adolescente les llegará el amor, pero... ¿el amor de ambas será...