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Capítulo tres.
¿Lunes de deportes o accidentes?

Las pocas horas que faltaban para que la noche llegara pasaron y en estos momentos el siseo de las latas era lo único presente en la entrada principal de la escuela, siendo este acompañado de los calmados grillos de esa noche. Ala mañana siguiente, ya había dos alumnos en dirección y un conserje bastante molesto.

||—¿Por que no me lo espere? Dal me lo dijo, estos niños son bastante rebeldes_||  se decía la propia directora, una y otra vez, con los alumnos frente a ella, que no dejaban de pasear los dulces por sus bocas.

||— Solo ha sido la estatua y fue algo completamente cliché_|| exploto esta vez el chicle verde frente ala adulta ||— el plan era romper ventanas y rallar puertas, pero la noche se hizo para descansar _|| le confeso señalando las pequeñas ojeras, que llevaba por días en su rostro.

Esta le miro más molesta, notando a los pequeños caninos que les acompañaban en esa mañana. Su amiga ya le había dicho que eran capaces de todo para ser castigados, pero también que eran chicos increíblemente listos, aunque en estos momentos no sabia ni en donde se les escondía lo listo, debería de arrepentirse de su decisión, aun estaba a tiempo, no, no, no, le había prometido a su amiga educar a esos muchachos y lo arría.

Una enorme sonrisa creció en los labios de la mujer — Vayan a sus clases, y los perros se quedan en el dormitorio, por favor — ya tenía una idea certera, para que ambos estuvieran más controlados.

No les dio importancia y acataron las indicaciones.

Equitación

Se leía en las hojas de ambos, esa sería su primera clase del día.

La directora tenia la idea, de que un buen paseo en caballo servía para relajarse antes de iniciar un día lleno de actividad, claro que antes no contaba con la presencia de alumnos de mayor rebeldía que la de unos niños ricos, mimados.

||— ¡Vamos cobarde!_||  grito él pelinegro, que ya corría como loco sobre el corcel, observando a su amigo, que temía subirse al corcel.

||— No soy ningún cobarde, imbécil _|| susurro, e intento subir al caballo, atorando su pie en el intento ||— mierda _|| por un vil error, jalo la cabellera del animal, provocándole que avanzara molestó, arrastrándole por todo el lugar.

||— Cobarde quizás no, pero sí inútil _|| comenzó a reír junto al resto de personas que observaban al castaño ser arrastrado ||—¿Y ustedes de que mierda se ríen? Asquerosos gusanos_|| ante la fría mirada todos callaron.

Por otro lado, un pelinegro, fue directo a calmar al corcel. Una vez que este ya estaba calmado, se dispuso a levantar al pequeño castaño.

||— ¿Te encuentras bien? _|| pregunto estúpidamente, al perderse en los oscuros ojos contrarios, una patada interrumpió el momento, dejándole en el piso un poco aturdido.

||— No le toques, basura de la humanidad_|| amenazo él pelinegro menor, mientras tomaba al chico en sus hombros ||— Creó que el caballo te dejo más idiota que antes.

||— A que pega duro_|| hizo acto de presencia su buen amigo, Shiro, para ayudarle a levantar ||—Estaba pensando en meter al castaño en el equipo de americano ¿qué dices? _||

||— Con lo fuerte que patea su amigo, yo lo metería a él _|| respondió de pie, sobando su mandíbula y tratando de ocultar se la mejilla,  que por la risa de su amigo, seguramente estaba roja.

||— ¿No serviría más para fútbol? _||contesto, lo mejor que pudo, sin reír, para ver al maestro llegar e ir junto a su amigo hasta él llegado.

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Después de caídas y una visita ala enfermería, la clase acabó y en pocos minutos la natación iniciaría. Solo le faltaba comprobar que todos los alumnos estuvieran presentes.

||—Cuarenta y ocho... ¿Donde están los dos nuevos? _|| miro curioso a los alumnos, que inmediatamente señalaron a los trampolines. Y ahí estaban ambos jugando o peleando, desde tan lejos no lograban distinguir del todo, solo lograban ver que ni el uniforme de la clase llevaban, tal y como en la clase anterior y seguramente en las futuras.

||_ Ahg... ¡Oigan, ustedes, la clase ya va a empezar!_|| trató de llamar la atención de ambos, tristemente solo recibió un pudrete por ambas partes ||— ¿Alguien sabe como se llaman los nuevos?_|| miro a sus alumnos negar con rapidez ||—De acuerdo.

Estaba por tomar otras medidas, cuando un fuerte salpicón de agua fría le llego por arriba. Todos miraron la escena, ya que tal parece uno de los dos había caído desde tan alto y el peso de la ropa no le permitía nadar bien, por lo que termino hundiéndose.

||— ¡DaeHyun! _|| salio de la nada otro grito más cercano ||— ¡No estorben! _|| empujo lo más que pudo a los presentes, en un intento de llegar hasta el comienzo de la piscina y sacar a su amigo. Por obvias razones los presentes trataron de evitarlo, ya que podía hundirse de igual manera ||— Kuso baka o kaihō shite kure! _|| comenzó a maldecir y soltar golpes a quien fuese, hasta escuchar un chapuzón.

Uno de los tantos jóvenes tomo acción y se lanzó a sacar al pelinegro.

Todos los alumnos quedaron paralizados, cuando vieron que él chico que se había lanzado a rescatar al pelinegro era Shiro, y cuando lo vieron salir con él chico casi inconsciente se apresuraron a ayudar a sacar a los chicos, ya que ambos estaban afuera, él pelinegro empezó a toser sacando la poca agua que tenía en sus pulmones.

||—¿Estás bien?_|| pregunto preocupado por él chico.

||—Suéltame _|| le dio un manotazo, para que soltara su cintura y se paro ||—Estoy bien_|| Él pelinegro empezó a caminar en dirección a los dormitorios, yendo detrás de él su amigo de pelo castaño.

Jōnetsu se acercó a su amigo ||— Hey ¿estás bien?_|| él contrario solo asintió y camino a una de las bancas.

||— Ni siquiera agradeció que lo salvara _|| suspiro

||— No, no lo hizo_||  río

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Un pelinegro se encontraba buscando a cierto castaño, que había llamado su atención desde el primer momento cuando lo encontró, se aseguró que su Stiller no lo allá seguido, y ya que estuvo seguro se acercó al castaño.

||— ¡Oye!_|| él contrario voltio a verlo.

||— ¿Que ocurre? _||  lo vio dudoso.

||— Quería agradecerte por rescatar me hace rato_|| un leve color carmesí subió a las mejillas del pelinegro.

||—  Ah, no es nada _|| sonrió.

||— Me llamo DaeHyun.

||— Soy Shiro _|| Ambos se quedaron viendo un tiempo y cuando reaccionaron el pelinegro hablo.

||— Bueno me tengo que ir te agradezco mucho a ver me salvado _||  Hizo un pequeña reverencia y se fue dejando a un castaño algo atontado.

Capítulo tres.
¿Lunes de deportes o accidentes?

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Descripción de personajes:

DaeHyun:
Pelinegro de piel blanca, ojos profundamente oscuros y labios rojizos.
Stille:
Castaño mestizo de piel blanca, ojos color café oscuro y labios melón.
Shiro:
Castaño claro de piel blanca, ojos café oscuro y labios rosados.
Jōnetsu:
Pelinegro de piel piñonada, ojos oscuros y labios rosados.

Nuevamente recibí ayuda de mi hermana

Karli-L

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