10

842 40 0
                                    

—Eres una de esas…
—Sólo si alguien me folla bien y duro —Entierro mis uñas en sus hombros, inclinando mis caderas para encontrar su próximo empuje—. Y tú me follas más que bien con esa polla gruesa.
—Nena —Golpea en mi interior—. Mi jodido coño. Tan mojado por mí —Me besa mientras empieza a machacar su polla en mí con empujes firmes.
—Oh —Maúllo otra vez. Acaba de hacerme correr, pero quiero hacerlo otra vez. Si sigue así, voy a tener que cambiar mis sábanas. Lamo sus labios, chupo su carne inferior—. Eres sorprendente. He soñado con esto por
mucho tiempo. Tenerte así. Dentro de mí.....
----------------------------------------------
Sus ojos grises se establecen en los míos, una expresión
de incredulidad destellando sobre su cara.
—¿De verdad?
—Joder sí. ¿Tú no?
—Yo… —Traga saliva con fuerza—. Pensé en ello. Pero no podía entretenerme con mi fantasía. Eres prohibida.
—¿Quién dice?
—Tu papá…
Lo detengo. No quiero escuchar sobre mi papá mientras estoy llena con su verga.
—Todos tienen un secreto, y este será el nuestro —Engullo
su polla con mi coño otra vez.
Él gime en respuesta. Parece que no puede ser objeto de
burla.
—Mierda. Nena. Joder.
Me meneo bajo él.
—Haz que me corra. Me follas tan bien.
El Sr. Grey gruñe y me martillea con su polla, rápido y duro, hasta que estoy viendo mariposas pululando en mi visión. Dios. Es el cielo. Murmuro, urgiéndolo a que me tome más duro hasta que un violento clímax me acecha.
Floto en una tierra de locura mientras él sigue ritmo, retirándose y avanzando, llenándome una y otra vez.
Cuando finalmente floto de vuelta a la realidad. Me doy
cuenta que hace muecas, su cuello apretado, su cara
tensada y puedo decir que está por correrse.
—Córrete en mi boca. O en mis tetas.
Se retira de mi coño y bombea su polla, apuntando la
cabeza hacia mi pecho. Abro mi boca, la lengua afuera,
esperando por la deliciosa crema que llena mi éclair
favorito. Se acaricia una vez. Dos veces. Y chorrea,
chorros de semen salpican mi boca, mi barbilla y gotean
por mi cuello. Grita mientras se corre. Un hombre adulto
gritando, la música más hermosa para mis oídos. Recojo el
semen con mi dedo y lo deslizo entre mis labios,
saboreando el sabor dulce salado, la textura cremosa.
Adoro su esencia y me inclino hacia adelante para
amamantar su polla hasta que no queda nada. Mientras se
suaviza, lo libero.
Sostengo su mirada, mi lengua saliendo para capturar
cualquier gota persistente de mi nuevo placer favorito.
—Gracias —susurro, mis labios frotando la piel sensible—.
Por hacer mis sueños realidad.
Él no pareció esperar mi agradecimiento sentido. Acaricia
mi cara, una caricia gentil, y sonríe antes de excusarse
para ir a limpiarse en el baño.....

El mejor amigo de mi papi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora