Capitulo 18: Final.

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(Blake)

Mire con melancolía el gran cielo de color gris lleno de nubes de lluvia dispuestas a dejar caer todas las gotas de lluvia que tuvieran en su interior igual que una persona rota deja escapar sus lagrimas buscando consuelo algo que hace tanto tiempo deje de hacer puesto que la laguna de dolor no se desvanecería ni aunque yo lo deseara con todas mis fuerzas... ya lo había hecho y no conseguía resultado alguno.

Sonriendo con tristeza comencé a caminar hacia mi residencia era diciembre por lo cual los copos de nieve y los vientos helados se habían instalado semanas antes y no parecían querer irse en un largo y tendido rato.

Al divisar mi hogar acelere el paso y cuando estuve frente la puerta principal saque las llaves de mi chaqueta e incruste la llave correcta en el llavín mientras le daba vuelta hasta escuchar el característico "clic" que me daba a entender que por fin podría entrar a mis cuatro paredes.

Empuje la puerta y entre dándome de bruces con el delicioso calor de la calefacción mientras dejaba sin mucho orden mi bolso de la universidad había cumplido mis veinte años en mayo de este año, cuanto tiempo había pasado desde la ultima vez que lo vi.

Mis ojos se cristalizaron pero me negué a dejarme caer por una estupidez como era esa volviendo a sonreír me dirigí a mi alcoba donde los peluches, posters y figuritas de distintos animes me dieron una silenciosa pero cálida bienvenida mi vista se fijo en una de ellas y la acaricie con cuidado como si el material del que estaba hecho se pudiera romper en miles de pedacitos.

-¿Mi amor ya llegaste?- la voz a mis espaldas saco a mi mente de su mundo y me voltee trasformando mi sonrisa en una irónica antes de responderle.

-No vieras que soy un fantasma la real esta todavía en la universidad.- mi madre suspiro resignada a sabiendas de que yo nunca cambiaria y me regalo un abrazo.

-Sabes que día es hoy ¿no?- mi mirada vacilo un momento pero recuperando la fuerza que me representaba asentí ilusionada por el gran paso que daría en mi vida.

Mi madre se despidió alegando que tenia que terminar con la cena, la ultima que tendría en esa casa y con mi familia antes de afrontar el gran cambio que tendría mi vida.

Coloque mi celular en la mesita de noche mientras lo conectaba vía bluetooth a mi bocina mini que amaba con el alma.

Comencé a sacar las ultimas prendas de mi armario y las acomodaba en las distintas cajas y maletas repartidas por todo el lugar mis pertenencias mas preciadas como libros, regalos o mis figuras de anime las coloque en una caja totalmente diferente al del resto de cosas y las envolví en papel periódico para evitar que se rompieran o dañaran ya que nunca se sabía yo en lo personal prefería prevenir que luego lamentar.

Cuando la habitación estuvo totalmente limpia y ya no se reconocía que durante mas de veinte años alguien vivió ahí comencé a sacar todas las cosas y a dejarlas en la sala donde mi padre y hermano de ya 15 años me ayudaron dejarlas en el patio.

-Gracias.- agradecí mientras me secaba el sudor de la frente con una sonrisa a lo cual ambos negaron divertidos.

Mi madre nos llamo minutos después y juntos volvimos a entrar en la casa nos sentamos en nuestros respectivos lugares y dimos gracias por la comida antes de comenzar a degustar la cena preparada por mi hermosa mamá.

Los nervios de vez en cuando se iban incrementando y queriendo tomar posesión de mi cuerpo al pensar en todo lo que había vivido estos últimos cinco años y en los que me faltaban por vivir.

Entre risas, anécdotas e historias la comida fue desapareciendo paulatinamente hasta desaparecer completamente y fue ahí cuando me di cuenta que la hora tan esperada había llegado las lagrimas se formaron una vez más en mi rostro y negándome a dejarles esa imagen a mi familia me levante de la mesa y me fui en dirección al baño donde lave mis dientes y deje escapar una que otra lagrima que seque rápidamente.

Mi alma soñada. -ciel y tu- [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora