5. SACRIFICIO- THE VAMPIRE DIARIES

CAPITULO SIETE

CAPITULO SIETE

NARRA EVELYN

Stefan me deposita en el sofá al lado de la chimenea con lentitud, mientras que yo gruño levemente, mis brazos ya estaban de un horrible color azul

--gracias—susurre – sabia que no nos traicionarías

--lo se—me da un casto beso en la frente

--Stefan—lo tomo del brazo para que no se valla—puede que no lo recuerdes pero... en su momento quisiste ser humano, esta es tu oportunidad

Si quería que alguien bebiera de mi era Stefan, el se lo merecia

--no—negó y me sonrio—puede que no recuerde nada pero, estoy seguro de que no seria capaz de aprovecharme de ti en esta situación, no quiero esto... no asi

Sabia que Elena pensaba lo mismo, aunque no se la habia ofrecido directamente ella muy sutilmente lo habia rechazado

Nadie quería beber de la cura si eso significaba mi muerte próxima

Lo veo desaparecer en el segundo piso, ¿Cuándo volverá el Stefan de siempre? A pesar que no tiene recuerdos sigue pareciendo el mismo en actitud

--uggg, estas horrible—murmura Damon entrando en casa con Elena al lado

--desventajas de ser la peor enemiga de la inmortalidad—digo recostándome

De verdad que ya no aguantaba el dolor

En serio estaba agonizando

--el ancla es Amara—informo

--ya lo sabia—digo en un gruñido—Zenda habia dicho que Amara jamas murió, que habia hecho un trato con Tessa para que viviera. Pero la engaño convirtiendo a su hermana en eso, por esa razón se veía tan molesta la ultima vez que la vi

--eso si que es un asco—Damon se sienta en una de las sillas con Elena a su lado—la cosa, es que ahora mismo tenemos al ancla en el sotano. Esta medio loca pero... se puede decir que algo es algo

--quiero verla—susurre, ellos me miran con un poco de preocupación—por favor

Quería ver la razón por la que Zenda habia maldito a todas sus dobles, porque me habia marcado con esto

Damon me ayuda a levantarme y me ayuda a bajar las escaleras del sotano

En uno de los rincones con los brazos y las piernas sujetas, ella me mira con terror y empieza a gritar

¿Qué demonios le habia hecho Quetsiyah?

(...)

"—tu crees... ¿tu crees que puedo llegar a ser feliz?—mi voz suena ausente y llena de melancolía

--¿lo ves?... es posible"

Me levanto de golpe y mi tos es la siguiente, la sangre sale de mis labios y tengo que cerrar los ojos para que las lagrimas no salgan

Me duele todo

--hey—Stefan acomoda mi cabello y me mira preocupado--¿todo bien?

No podía decirle que no dejo de soñar escuchando voces que se me hacen conocidas

--empeoro—susurre --¿Qué hora es?

--las siete—dice y yo gruño

Me quedan tres horas y media

--estas diferente—digo y el asiente

--recupere la memoria—añade y yo sonrio, ya decía yo que se estaba tardando—gracias por cuidarme en ese tiempo, estaba un poco desubicado