quinta entrada

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Ahhh. ¡Pero que brisa más fresca!

Hacia ya mucho que necesitaba un alivio de mis calores. Hace ya tiempo que requeria limpieza de estos dolores.

No hay nada más purificador que una tormentosa lluvia, no hay nada más calmador que el tronar de las gotas sore el techo oir.

Limpieza de mi alma, pureza de mi dolor, eso es la lluvia para mi corazón. El olor a tierra mojada es máa embriagante que el nectar de la más fina mujer, la suave niebla que el vapor emana es un paisaje más bello que cualquier amanecer.

Me hace recordar andanzas de la infancia, aquella que se me ah escurrido cual gotas en la lluvia.

El meneo de los arboles son tan ritmicos como una salsa, o tan elegantes como uno de los más finos vals, me hace querer bailar al son de de ellos.

Y, como si de una orquesta se tratara, el epilogo de de la lluvia llega con emoción, pues el decresccendo del ritmo de las gotas de lluvia da un agridulce sabor, pues el deseo de seguir escuchando esta melodia es fuerte, pero tambien es tentador conocer el final de algo tan bello.

Una ves terminada, el rastro dejada por la lluvia es evidente. La tierra fresca, rebozante de paz y calma; los arboles, dejando seductoramente gotas entre sus ramas y como olvidar al siempre fiel arcoiris, quien queda como la gran estrella, robandose la atención, pero que en cierta medida se merece.

Toda esta sinfonia de musica y pintura me cautiva. Algunos la odian, a otros le gusta y otros la aprecian igual o más que yo.

Y tu?. ¿que tanto te gusta la lluvia?

Las notas del poetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora