Parte 1. Lo Qué Pasó Y Ocasionó.

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Después de eso mi vida cambio mucho, por lo estúpida que es mi Diosa y hacernos pasar por ese calvario... Ya ni puedo ver a la cara a Camus sin que me ruborice de la vergüenza; esa noche... ¡en verdad no fui yo! Trato de no pasar cerca de su casa, estar solos o toparme lo menos posible... Esa noche mi cuerpo... Mi mente... No eran mías esas sensaciones que traspasaban mi cuerpo...

Pero dirán ¿Qué paso por que ahora no lo puedes ver? Pues ahora les diré... Esto pasó hace ya más de un mes.

[Recuerdo]

— Esto debe de ser un puto sueño-mi voz sonaba más aguda de lo normal. Debe ser por levantarme.

Me había levantado de mi cama para ir directo al baño y asear me y poder empezar otro día en el santuario como era mi trabajo desde hace ocho años, cuando tenía trece.... Ahora mismo me encontraba en el baño, viendo me en el espejo y encontrarme con la MARAVILLOSA sorpresa de que quien veía mi cuerpo no era el mío... Mi cabello era más largo y más claro que antes, mis ojos eran de un azul más profundo y de ahí caí en cuenta de lo que sostenía... Mis manos tocaban lo que deberían de ser mis pectorales pero NO en su lugar habían dos grandes bolas de grasa resaltando y mi abdomen tallado se había cambiado a uno liso y con cintura estrecha con caderas anchas y un trasero resaltado y donde se suponía que estaría mi hombría... No se encontró nada... Solo un pequeño montículo liso y blanco...

— Es un sueño... Eso es lo que es

Quise creer eso... Así que me pellizque a más no poder cayendo en cuenta que...

— Soy... Soy una... Mujer... -SHOCK- ¡AAAAHHHH!

Camine por todo lo que podría dar ese baño eso no podía ser, no... Esperen, SI PUEDE SER SI...

¡ATENEA!

Me bañe lo más rápido posible y me cambie con la ropa que me podría quedar ya que ahora me quedaba enorme de todos lados. Salí de la casa de Escorpión y fui directo a la casa del patriarca... Tenía que ser de lo más silencioso posible si no quería que los demás supieran de lo que me había pasado. Iba tan concentrado de como caminaba que no me di cuenta cuando choque con alguien...

— ¡¿Quién eres?!

Una voz aguda me llamo y al alzar la vista vi a otra mujer... Esta podría decirse que vestía con los mismos harapos que yo. Ella poseía una cabellera castaña clara y detrás otra chica igual y vestida también... Las dos con pieles blancas y ojos una más oscuros que los de la de atrás.

— ¿Mi... Milo?

— ¿Quién eres?

— ¡Oh gracias a los Dioses no estamos solos!

¿Solos? Hombres... Son de igual apariencia y... No mamen, ellos son...

— Aioria, Aioros... ¿Son ustedes?

— Así es, pensábamos que estábamos solos metidos en este embrujo pero veo que no.

— ¿Qué fue lo que paso Milo?

— No tengo ni la más absurda idea ¿Ustedes? Pero me imagino, pensé

— Estamos igual, cuando desperté en mi casa de Leo me sentí raro y vi mi cuerpo, fui a ver a mi hermano y él estaba en las mismas que yo, así que pensamos en venir a ver a Atenea para saber qué es lo que pasó

— Yo no vengo a ver lo que paso, yo vengo a exigir que me devuelvan a la normalidad porque sé que esa tarada nos hizo esto ¿Qué tal si se lo hizo a otro caballeros?

Un... ¿Accidente?   [CAMUS X MILO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora