El sol empezaba a ocultarse entre las nubes del ocaso cuando Rin y Makri empezaron el viaje de regreso a la Base.
Los edificios derruidos y los escombros en las calles, sumados al tobillo herido de Rin hacían difícil el camino de regreso. La herida no era grave, a lo mucho un tirón del músculo, por lo que había revisado Makri, sin embargo, a pesar de estar perfectamente vendado, le dolía cuando apoyaba su peso en él. Makri le ayudaba a caminar, aunque Rin luchaba por caminar lo más erguida posible, ignorando el dolor y las dificultades del camino.
-No era necesario que vinieras hasta aquí, Makri, pude haber llegado sola hasta la Base.
-Cuando dijiste por la radio que te habías caído creí que era una llamada de auxilio.
-No, solo era para avisar que me retrasaría al regresar.
-Además, me combiene quedar bien con la nueva capitana-- dijo Makri con una sonrisa de complicidad.
-¿Tú también estás con eso? ¡Verde! Todo el mundo en el cuartel no para de chingar con eso. - respondió Rin.
-No lo tomes a mal, digo, ser la capitana mujer más joven causa admiración.
-Por mí se pueden quedar con su admiración, lo único que pediría es que me dejaran entrar en acción, estoy cansada de hacer patrullas de vigilancia fronteriza.
-Jaja, no obstante, resulta que te lastimas en un patrullaje y tengo que venir a rescatarte.
-¿Qué sería de la Capitana Rin, la capitana mujer más joven del ejército del Distrito 7 sin su fiel amiga, Makri, la Matasanos? - contestó Rin en tono burlón.
-Jaja, a mí me gustaría que me llamaran la "Matasanos", a lo mucho llego a aprendiz de enfermera.
-Y sin embargo estás aquí, en medio de los escombros, en una zona de guerra potencial, ayudando a una oficial que no pidió ayuda. Hay que tener valor para abandonar así tu puesto, debería degradarte a cargadora por esto- la volteó a ver con una sonrisa malvada en el rostro.
-Jajaja, ya casi llegamos. - indicó Makri, mientras seguían caminando por las calles abandonadas y llenas de basura, hacia la gran mole de metal y cemento que era la Base.
Ninguna de las dos sabía con exactitud qué era ese edificio antes de que los rebeldes del 7 lo tomarán como base de operaciones. Cuando Rin lo miraba desde lejos le encontraba forma de una enorme cepa, aunque de cerca era difícil de describir, tenía muchas entradas, la mayoría habían sido bloqueadas con escombros y dentro eran un laberinto de pasillos que rodeaban una zona al aire libre, donde estaba situado el hospital militar. La Copa era el lugar donde se reunían los generales y a donde llegaban las noticias de la guerra, que si los apestosos escualos del 4 habían tomado una isla, que si en las trincheras del 10 se volvían locos, que si en el 3 había revueltas internas, toda la información llegaba a la Copa, y era ahí donde se tomaban las desciciones.
Entraron a la Base por una entrada ancha, hicieron los gestos correspondientes a los guardias escondidos para que supieran quiénes eran y continuaron subiendo por una ancha escalera.
-Te llevaré a la enfermería para ponerte un ungüento, ahí descansarás un rato y luego te devolveré a los barrancones para que duermas - dijo Makri mientras se internaban por los pasillos.
-Todavía eres miembro de nuestro barracón, Makri, no tienes por qué dormir en la enfermería-- respondió Rin.
-Cubriré el turno de esta noche, ya sabes, por si a los del 1 se les ocurre hacer una escaramuza, iré a verlos por la mañana.
Doblaron en una esquina y escucharon pasos que se acercaban corriendo, a pesar de estar en un lugar relativamente seguro Makri se detuvo y Rin se tensó en seco, llevándose la mano hacia su hacha Tomahawk que llevaba al cinturón.
De entre la oscuridad del túnel salió una silueta pequeña, atabiada de papeles y mochilas, corriendo ruidosamente.
-¡Capitana, Makri!- gritó efusivo.
-¡Davi! Maldito verde, te he dicho cientos de veces que no corras hacia alguien que está armado-- regañó Rin.
-Ya nadie agradece las buenas noticias-- contestó el niño haciendo caso omiso del regaño.
-Hola, Davi, me da gusto verte, ¿Sigues en tu puesto de recadero?- saludó Makri con la mayor amabilidad posible.
-Makri, viniendo eso de cualquier otro sería hiriente-- replicó el niño con aire ofendido-- por cierto, la señora Sawx te ha estado buscando, dijo que cuando te encuentre te va a cortar a la mitad con la sierra más oxidada que tenga.
Makri palideció por un breve momento, la señora Sawx podía ser muy temperamental.
-Fui a atender a un paciente, además, no había necesidad de que me quedara en la enfermería.
-Eso es lo que me dijo la vieja, excusas; con ella.- respondió Davi con una cara burlona.
-Da la causalidad de que nos dirigíamos para allá, Rin podrá explicarle - contestó Makri nerviosa.
-La vieja verde puso mucho énfasis en que fueras lo antes posible, dijo algo sobre una emergencia, además, estoy seguro que la Capitana Rin podrá llegar sola, su herida no se ve tan grave - y les dirigió una amplia sonrisa a ambas.
Makri miró a Rin nerviosa, se notaba su preocupación siempre que alguien mencionaba que necesitaban ayuda.
-Ve, yo te alcanzo allá, me encargaré de que no te regañe.- dijo Rin apretando su brazo.
-Yo correría si fuera tú, Makri. - apremió Davi.
Makri miró a Rin a los ojos, le dirigió una última sonrisa y salió corriendo hacia el centro de la Base. Cuando se hubo alejado lo suficiente para que ya no se oyeran su pasos Rin dijo:
-Muy bien, pequeño verde embustero, ¿por qué querías deshacerte de Makri antes de abrir el pico?
-No se te escapa nada, ¿eh, capitana? - dijo Davi mientras caminaba a su lado.
-No nombran capitana a cualquier mocoso verde como tú.
-¿Cómo te diste cuenta que tenía que decirte algo importante? - preguntó el niño con sincera curiosidad.
-Nunca haz tenido reparo en darme recados frente a mi tropa, ¿por qué insistir en que Makri tenía que atender un asunto importante? Además, si hubiera ocurrido algo como para llamar a todas las enfermeras, todo el personal estaría moviéndose y gritando, no que estamos en medio de la Base y al único que nos encontramos rondando por aquí es a una termita verde que no sabe inventar buenas mentiras.
-Lo confieso, me descubriste, capitana.
-Y deja de llamarme así. Suena a que te estás burlando.
-Es porque me estoy burlando.
Rin, de un rápido movimiento, le dio un zape al pequeño mensajero, que empezó a reír mientras se sobaba la nuca.
-Ah... Tienes la mano pesada.
-El informe, rápido. - ordenó Rin sin tono de juego.
-El Coronel Oleg quiere que estés presente en la reunión de esta noche, lo que será dentro de... - consultó su reloj digital-- media hora, y me dijo que fuera lo más discreto posible, no quiere que nadie se entere de que irás.
¿Estar presente en una reunión de guerra? Sonaba demasiado irreal para se verdad.
-Más te vale que no sea una broma, Davi, recuerda, sé dónde duermes. - amenazó Rin.
-Jaja, no jugaría con algo que dijo el Coronel Oleg, te quiere en la reunión de hoy, al parecer van a tratar algo importante con los del 13.- en ese momento Davi se quedó callado de golpe y miró hacia otro lado. A Rin se le iluminaron los ojos.
-¿Qué ocurre con el 13?
-¿Sí te lo digo prometes no golpearme por una semana?
-Media semana, es mi única oferta.
El niño sonrió maliciosamente, le hizo señas para que se detuviera mientras miraba hacia ambos lados del pasillo, al ser casi una cabeza más pequeño tuvo que ponerse de puntitas para alcanzar el oído de Rin.
-No hay nada oficial, y sabes que no me gusta esparcir chismes, pero al parecer está mañana llegaron tres agentes dobles del Distrito 13, dicen, no me creas, que vienen del 1, traen información que podría sernos útil.
-¿En serio crees que espías del 13 vienen a ayudar? Suena demasiado sospechozo, ¿no crees?
-Lo único que sé es que el coronel Oleg te quiere presente en la reunión. Ahora bien, me tengo que ir, creo que puedes encontrar el camino a la enfermería tú sola.- y el niño salió corriendo por el pasillo.
-¡No se te olvide que mañana es noche de dados en el barracón!- gritó Rin antes de que Davi se volviera, le sonriera y doblara una esquina.
Estar presente en una reunión del ejército, espías del 13 pidiendo asilo, todo sonaba demasiado bueno para tratarse de algo verosímil, fue cuando Rin comenzó a sospechar.
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Los Juegos del Hambre, Año Tres
FanfictionHace tres años los Distritos perdieron la guerra, la libertad por la que luchaban desapareció junto con el Distrito 13. Ahora el Capitolio los somete sin misericordia, y por si fuera poco, nutre el odio entre los Distritos con un nuevo espectáculo a...