LINDA MATTHEWS

I

Cuando llegó a su casa, se quedó mirando su teléfono un rato antes de bajarse, lo normal, mensajes de sus amigas y amigos diciendo que la extrañarán y que la quieren, bloqueó su teléfono y bajó del auto cuando su padre le pidió que ayudara a desempacar. La casa parecía grande por afuera, y al entrar no se había equivocado, su nueva casa era muy grande y clásica, pero eso no le quitaba el encanto. Subió a su cuarto y fue entonces donde todo comenzó a ponerse raro, en su cama había una nota roja, que decía:

“Bienvenida a tu nueva casa Linda, los susurros nos dijeron que vendrías".

Ella, en su inocencia, decidió no hacerle caso a la nota, cosa que luego lamentaría. Desempacó y en un momento la noche absorbió todo.

—Linda ven a cenar —gritó su madre desde abajo.

Su cuarto era el segundo en un pasillo de tres cuartos, un pasillo que se veía  aterrador de noche, por un segundo le pareció haber visto a una persona al final del pasillo, «que raro» pensó ella.

Cuando bajó, su familia estaba comiendo, sólo faltaba ella. Su teléfono sonó y cuando lo vio, era un número desconocido, no tenía ni idea de quien era.

“Jajaja no puedo creer que los susurros tuvieran razón. Linda"

Quedo perpleja, era la segunda vez que mencionaban a los “susurros", «quizá quienes son esos tipos» se dijo a si misma «no le prestes atención».

Cuando terminó de comer le dijeron que fuera a dormir porque al siguiente día tenía clases en su nuevo liceo, ella fue a dormir como le dijeron y entró en un profundo sueño.

"Eran las 3:00 a.m. se despertó, fue al baño, y luego volvió a acostarse, pero ahí fue cuando el sueño pareció no tener sentido, había una sombra al pie de su cama. No le podía ver el rostro, si es que tenía, y solo pensó en gritar".

—Que sueño tan raro —dijo.

Fue al baño y cuando volvió, se aseguró de que no hubiera ninguna sombra frente a su cama. Pero cuando se volvió, se dio cuenta que la situación era mucho peor, había alguien acostado a su lado