Me encontraba sentada en alguna parte de la casa de Clint con la mirada perdida escuchaba como los hijos de Clint jugaban y reían mi cabeza empezaba a doler.
–Chicos pueden dejar de hacer ruido por favor? –Dije casi en un susurro
De lejos vi como Steve y Tony discutían por quien cortaba más madera Steve se molestó haciendo que cortara un tronco con sus propias manos sentí que mi cabeza iba a explotar haci que para no terminar gritándoles a los niños decidí pararme y ir hacia el bosque sentí que alguien me seguía haciendo que algunos trozos de hielo fueran hasta esa persona.
–Hey linda cuidado...está bien que sea un viejo pero no debes atacarme así –Dijo esa voz que conocía tan bien se acercó a mí abrazándome por la cintura.
–Steve...? Tú crees que sería buena madre? –susurre casi inaudible pero el me escuchó.
Hacia un tiempo que había pensado eso desde que el me confesó que quería tener hijos tenía la certeza que no podría tener la paciencia adecuada para un niño.
–Claro que si hermosa....y aunque no tengas paciencia o no soportes el ruido sé qué lograras ser una gran madre –Me volteó hacia el haciendo que lo mirara a esos ojos azules que tanto me encantan.
–Pero como ya dijiste no tengo paciencia estuve a punto de gritar a los hijos de Barton por no dejar de hacer ruido y si quería hacer eso imagínate cuando sea mamá querré dispararles hielo –El río un poco ante lo último y negó.
–Podemos pedirle a Laura que te enseñe a ser una mejor madre y tratar de controlar tu paciencia. –Sonrió a lo que asentí tomo mi cara con su mano acariciando mi mejilla acercándose a mi cara besando mis labios era un beso dulce demostrando todo el amor que sentíamos por el otro.
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