«Capítulo 1»

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Para estas épocas, la nieve ya cubría las calles por completo. El viento soplaba fuertemente y las familias se reunían alrededor de la chimenea de sus hogares. Eran vísperas de Año Nuevo y los adultos terminaban apresurados sus trabajos para poder llegar a casa temprano y reunirse con su familia o amigos para esperar la llegada del nuevo año.

En el segundo piso de una mansión de la clase más adinerada de Seúl se encontraba un niño de cabello color negro. El pequeño yacía de pancita en su alfombra, dibujando en su bitácora con algunos crayones de colores.

—Mingyu —murmuró un joven mientras asomaba su cabeza por la puerta.

—¡Hyung! —exclamó el menor al levantarse de pronto—. ¡Mira mi dibujo! ¡Mira!

Sonriendo, el castaño ingresó a la habitación ajena para tomar el objeto que el niño le extendía sin dejar de dar saltos.

—¡Es muy lindo, Mingyu! ¿Es un perrito? —cuestionó Jisoo en cunclillas a su lado sin dejar de observar el dibujo hecho con rayas marrones y negras. Se podía ver fácilmente que tenía la forma de un perro.

—¡Exacto! Mamá dijo que me dejaría elegir mi regalo de Año Nuevo. Yo quiero un perrito —explicó el pelinegro con una gran sonrisa.

El joven comenzó a reír cuando el niño empezó a correr alrededor suyo. Una vez este se hubo cansado, acarició los cabellos del pequeño.

—Cuando tenga un hijo, quiero que sea tan gentil y enérgico como tú, Mingyu —dijo Hong sin dejar de sonreírle al menor.

—¡Jisoo! —llamó una mujer mayor que él. Vestía el típico largo vestido negro y mandil blanco—. La señora Kim desea hablar contigo —anunció y extendió el teléfono inalámbrico.

—Gracias, señora Yee —agradeció el castaño y, a continuación, se colocó el teléfono en el oído mientras Mingyu frotaba su cabeza en su brazo desocupado—. Buenas tardes, señora Kim. ¿En qué la puedo ayudar?

—Jisoo, buenas tardes. Necesito que te encargues de algo. Sé que te dije que saldrías temprano hoy para celebrar con tu familia, pero el señor y yo estamos algo demorados —la mujer suspiró apenada—. ¿Crees que puedas organizar la cena familiar de esta noche? Está todo en la libreta de la oficina. Te lo pido como favor.

—Claro que sí, señora —respondió el muchacho tranquilamente—. No habrá problema.

—¡Eres el mejor! Los cocineros están informados de los platos a cocinar y de la cantidad de invitados, así que por favor, revisa que se haga lo de la lista. Después de ello llamaré al señor Im para que te lleve a casa.

—No se preocupe por ello, señora Kim. Por favor, tenga mucho cuidado al volver.

Una vez se se hubo cortado la llamada, el castaño dirigió su vista al pequeño que lo miraba con ojos tristes.

—Mamá y papá volverán tarde, ¿Cierto?

—Sí. Lo siento, Mingyu. Sé que querías ir por tu regalo ahora —suspiró Jisoo mientras acariciaba la mejilla del niño.

—¡Yo quiero mi perrito! —protestó el menor.

—Tener uno es una gran responsabilidad. ¿Crees que podrás? —inquirió el mayor con intención de distraerlo del tema.

—¿Por qué lo dices, hyung? —preguntó Mingyu inseguro y preocupado.

—Si quieres tener un perrito, debes alimentarlo adecuadamente, bañarlo, educarlo y darle mucho amor —expuso Jisoo contando con sus dedos ante la atenta mirada del otro—. Y, por sobre todas las cosas, nunca abandonarlo.

The Waif ➳ MeanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora