Brochetas de Cordero

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Kim no vió a Jungkook en las últimas 2 clases, ni en los pasillos al salir del instituto. Aún cuando llegó a casa no podía dejar de pensar en cómo harían el trabajo y es que le resultaba tan difícil creer que él era su compañero, ese chico tan mágico, tan irreal, tan fuera de este mundo...

[Llamada entrante de Hoseok]

Oh mierda.

*Responder*

–¡Kim Taehyung ¿en dónde demonios estás y por qué no has venido a clases?! -la voz de Hoseok gritando en su oído casi lo deja sordo-

–Y-yo...

–¿Sí?, ¿qué excusa me dirás ahora ehh? -el rubio tragó grueso sin saber qué decir-

–La verdad es que... surgió un asunto y tengo que quedarme con mi padre esta semana...

–¿Un asunto?

–Sí... problemas en el trabajo de mi padre, está muy frustrado estos días, no puedo dejarlo solo con todo esto -mintió-

–Así que es eso... ¿por qué no me lo dijiste antes?

–No lo sé... no quería preocuparte

–Está bien, quédate con tu padre pero... el lunes tienes que estar aquí ¿de acuerdo?

–¿Ehh?... sí seguro

–Adios Tae

–Adiós

*Llamada finalizada.*

–¡AHHHHH!

¿Qué demonios acabo de hacer?, ¿por qué no le dije la verdad?, ¿cómo se supone que vaya la próxima semana si no tenemos dinero?

Bien hecho Tae, ahora Hoseok sí que te odiará.

Tiró su cuerpo sobre la cama y suspiró mientras cerraba los ojos con frustración, en su cabeza seguía reprochándose que él era el culpable de todo y sería el único culpable de que su mejor amigo le odiara al saber la verdad.

Pude simplemente decirle todo desde mucho antes, desde que mi padre me lo  confesó por primera vez ¿qué caso tiene mentirle de todas formas? si eso no arreglará el hecho de que no nos veremos más.

Soy un mal amigo, el peor de todos.

(...)

Jeon despertó con el sonido de unos golpes en la puerta, tomó su teléfono mirando la hora y abrió los ojos como platos sorprendido al ver la pantalla del mismo marcar las 7:30pm.

¿Cuánto tiempo dormí?

–Joven Jeon, joven Jeon... ¿no bajará a cenar? -el susodicho se levantó de la cama frotando sus ojos y dejó salir un gran bostezo estirando todo su cuerpo-

Bajaré en 10 minutos -anunció con aquella característica voz ronca y profunda que tenía al despertar-

–Sí joven -la chica tras la puerta hizo una reverencia de respeto aunque nadie la estuviese viendo y luego se marchó-

Jeon caminó hacia su extenso baño mientras retiraba toda su ropa y encendió la regadera, estaba tan cansado que se había quedado dormido sin ducharse al llegar del instituto, tampoco comió el almuerzo y su estómago comenzaba a gruñir con desesperación.

Al terminar salió de la ducha, se vistió y bajó las escaleras con rapidez motivado totalmente por el olor de las brochetas de cordero que llegaba hasta los pasillos que daban con su habitación.

Era uno de sus platillos favoritos y las cocineras que tenían largos años trabajando para su familia lo sabían perfectamente, esas personas practicamente le habían criado y le consentían cada vez que les era posible, es por esto que aunque Jeon podía ser la peor persona del planeta con quien le provocara, con ellas era el chico más amable y agradecido del mundo, como un corderito manso que necesitaba amor, ternura y comprensión.

–Vaya, eso huele muy bien... -halagó con entusiasmo entrando a la cocina-

–Sabemos que amas el cordero -respondió una de las señoras brindándole una cálida sonrisa mientras el menor se acomodaba en la barra de desayuno-

–¿A qué se debe tal atención, uh? -sostuvo su rostro con sus manos de forma adorable por lo que una de ellas reprimió una risita dejando lo que hacía para servirle un vaso de leche de banana-

–Pues... son los primeros días de tu último año de instituto, tienes que comenzar con mucha energía -puso la comida ya lista frente a él aún sonriendo a lo que Jeon tomó su mano hábilmente antes de que pudiera marcharse y la miró con ternura-

–Muchas gracias señora Park y señora Lee -sonrió mirándolas a ambas con sus brillantes ojos de Bambi-

–De nada pequeño Jeon -la mujer más cerca a él acarició su cabello castaño despeinándolo levemente y la segunda hizo una pequeña reverencia, luego ambas se dieron media vuelta saliendo de ahí para continuar con sus deberes-

Jeon hizo una mueca de niño consentido al observar como se marchaban y comenzó a comer con emoción, disfrutando de cada vocado e inhalando el agradable olor de aquella comida casera.

Cuando era pequeño y durante su adolescencia tuvo que lidiar con mucha presión por parte de su padre y el resto de la familia, siempre pensó que estaba solo y nadie le entendía porque nunca conseguía que nadie se pusiera de su parte, pero era gracias al cariño y cuidado de su madre y de esas señoras que nunca había pensado en abandonar ese lugar, ellas le hacían sentir que tenía un hogar.

Esa noche el castaño se la había pasado jugando videojuegos y escuchando música hasta la madrugada, por lo que se quedó dormido en la mañana.

Al despertar vió la hora y gruñó al notar que era tarde, pero no hizo el más mínimo esfuerzo por apresurarse. Simplemente se alistó al igual que todos los días e irrumpió a mitad de clase con la mirada de todos sobre sí.

¿Qué tanto ven estos idiotas?

–Joven Jeon llega tarde... ¿tengo que recordarle la hora de entrada?

–Señor Kim está muy altanero hoy, ¿tengo que recordarle quién financea este instituto?

Se escuchó un gran "woah" por parte de los alumnos seguido de una ola de murmullos, y sí, eso de llamar la atención era una de sus especialidades.

–¡Silencio en la clase! y usted Jeon, tome asiento de una buena vez -el mencionado sonrió con descaro atreviendose a guiñarle un ojo-

–Con gusto

Hizo lo que pidió el ahora furioso profesor Kim y se sentó en las últimas bancas como de costumbre, sin siquiera sacar una libreta para tomar nota pues no se le antojaba hacerlo. Simplemente cruzó los brazos y escuchó con desinterés lo que decía el resto de la clase.

–Hey Jungkook -susurró uno de esos chicos populares que se creen sus amigos-

–¿Sí? -respondió Jeon sin mirarle-

–Luego de clases tendremos una pequeña fiesta en la playa ¿quieres venir?

¿Playa?, yo amo el mar...

–Clar... -estuvo a punto de aceptar pero desgraciadamente una alarma sonó en su cabeza recordándole que tenía algo que hacer- olvídalo, hoy no puedo

–Ohh vamos, tienes que estar bromeando ¿cierto? -Jungkook suspiró pesado-

–No, hablo en serio.

–Que lástima

Mierda. ¿Por qué demonios tienen que asignarnos tarea para la casa?

¿Alguna vez han probado las brochetas de cordero?, o en su defecto ¿alguna comida coreana?, tengo curiosidad. :(

Si me preguntan yo no he comido ninguna, ni siquiera ramen. :(

Otra pregunta: ¿quieren que actualice mañana?

Att: Una Army shipper más.♡

Comenzó con un beso | @mybbjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora