Mi nombre es...

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–Oiga -llamó Jeon a una de las chicas nuevas de servicio que encontró en la cocina- sí usted, ¿en dónde está la señora Verónica?

–Oh joven, ella fue despedida hace poco ¿no lo sabía?

–¡¿Cómo que despedida?!, ¡¿quién pudo atreverse a hacer semejante estupidez?!

Esto era el colmo, ni siquiera fue necesario hacer esa pregunta pues Jeon sabía perfectamente quién lo hizo. Era increíble como aunque sólo transcurrió un mes en el que el menor estuvo fuera de casa, su padre no tardó en hacer de las suyas. ¿Cómo se le ocurrió deshacerse de una trabajadora que les acompañó durante tantos años tan fácilmente?

–S-sí jóven, nadie sabe la razón per...

–¿Y la señora Park? -interrumpió ya con escasa paciencia como para seguir escuchandole-

–Ella también fue despedida jóven

–¿Hace cuánto? -cuestionó con un tono de voz tan escalofriante que podría estremecer a cualquiera. Estaba realmente indignado por semejante noticia y su lenguaje corporal le delataba-

–C-creo que ya han sido tres meses

La mirada de Jungkook era totalmente oscura, la forma en que su mandíbula se tensó dejaba ver claramente que algo andaba mal y no era algo simple, para él su padre había tocado fondo.

–Se lo advertí, le dije que no tocara a mi gente...

Estaba furioso, pero a diferencia de las ocasiones anteriores esta vez no iría a reclamarle; las consecuencias serían mucho más graves. Aunque llevaba tiempo pensando y cuestionandose si era la decisión correcta ahora definitivamente estaba decidido.

Subió a su habitación para tomar algunas cosas que había dejado atrás la última vez incluyendo los documentos personales que consideraba de menor importancia y algunos libros que le gustaban lo suficiente como para no abandonarlos.

Sacó su móvil marcando un número entre su agenda y salió rápidamente de aquella casa que en un tiempo fue su hogar, pero ahora que ni su madre ni aquellas mujeres que le habían criado y amado tanto estaban, nunca volvería a sentirse como uno.

–Tío Lee necesito que encuentres a una persona...

(...)

–¡Amor ahí estás! -el mayor corrió a sus brazos, saltándole encima y enredando sus piernas en la cintura del menor para finalmente besar sus labios desesperadamente- cielos te estuve esperando por horas, pensé que nunca vendrías

–Lo siento, se me hizo tarde

–¿Ah sí?, ¿en dónde estabas? -Kim arqueó una ceja intimidante-

–En casa de mi padre, fui a recoger unas cosas que olvidé la última vez

–¡¿Qué?! Oh Dios, no te hizo daño ¿cierto? -cuestionó examinandole preocupado a lo que Jungkook simplemente negó forzando una pequeña sonrisa-

–Él no estaba

–Oh cielos, eso es un alivio

–¿No deberíamos irnos ya?

–¿Uh?, ohh sí sí, Jimin debe estar maldiciéndome en todos los idiomas, él odia que le hagan esperar -mencionó mientras se bajaba cuidadosamente del menor- ahora que lo pienso me recuerda mucho a alguien -rió mirando al castaño divertido-

–Entonces debemos apresurarnos -volvió a acercarse para apretar levemente la mejilla contraria- no vaya a ser que terminemos en problemas

Comenzó con un beso | @mybbjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora