Estaba lloviendo, llovía de manera torrencial detrás del cristal de la gran ventana de la cafetería, la taza que tenía en frente estaba sin tocar y muy probablemente fría, lo único que había estado haciendo por horas probablemente era mirar por la ventana, veía a la gente pasar, personas acompañadas, personas solas, con sus mascotas, carros brillantes con luces prendidas que deslumbraban, escuchaba el sonido que todo producía, hasta los mas mínimos como las gotas cayendo lentamente en la cafetera, las bocinas al ser tocadas, las pisadas húmedas en la calle, el golpeteo de las gotas de lluvia contra el cristal, toda era una sinfonía armoniosa, por el rabillo del ojo vi que se acerco una camarera, me retiro la taza fría y la cambio por una nueva sin decir palabra, era nueva, todos en este lugar me conocían, y probablemente yo conocía a todos, seguramente alguna de mis amigas le dijo que cambiara la taza, si se iba a quedar mas tiempo necesitaba aprender mis mañas, aunque no eran tantas, y no es como que fuera un cliente exigente, a las chicas simplemente les gustaba mimarme "Eres muy lindo como para evitarlo" decían cada vez que yo preguntaba la razón de sus gestos, era bastante notorio su favoritismo hacia mi, una vez incluso hubo una queja de que me ponían demasiada atención, pero el gerente también me conocía, así que no había hecho mucho caso de la persona que escribió eso.
Estaba completamente centrado en lo que veía y escuchaba hasta que el sonido de la campana de la puerta se hizo presente, luego pisotadas mojadas, el chasquido de las gotas al deslizarse el impermeable, y cuando voltee la mirada estabas tu intentado desacerté de las gotas que corrían por tu cabello, dejaste la sombrilla en el lugar usual, colgaste tu impermeable y luego me miraste.
Me miraste a los ojos como la primera vez, y sonreíste, y en ese momento algo increíblemente cálido se instalo en mi pecho, tuve esa sensación electrificante que solo tu me provocabas, e inconscientemente sonreí, porque el simple hecho de verte me hacia tremendamente feliz, aunque tú no lo sabías, aunque tu ni siquiera lo notaras, era algo que simplemente pasaba. Algo que ya no podía evitar, así que te observe caminar, saludaste a las chicas, ellas también te conocían, te dieron esa sonrisa triste que también me daban a mi, y se metieron inmediatamente a preparar tu orden, café moca helado, no importaba el clima, si era caluroso, hacia frió o incluso llovía como hoy, siempre pedías exactamente lo mismo, "Simplemente me gusta mucho" dijiste la única vez que te pregunte en un día de -16 grados, y solo eso basto para que pudiera comprender que eras una persona de gustos claros, de gustos que jamás cambian, de constantes precisas, ese día también me rompiste un poco el corazón.
-¿Has esperado mucho?- Preguntaste cuando te sentaste en frente de mi, en realidad no estaba seguro de cuantos tiempo llevaba sentado en ese lugar, pero no importaba en lo mas mínimo ahora que habías llegado
-No, acabo de llegar
-Bien ¿Cómo te ha ido en la clase?- Aun tenia mi portafolio lleno de notas musicales del instituto donde enseñaba canto, siempre había amado el canto
-Bien, Jenni ha progresado mucho, estoy seguro de que pronto podrá postularse para algo grande, Lisa esta pisándole los talones, no le digas a nadie, pero me contó que tendrá una audición para una agencia este fin de semana.- No pude evitar sonreír al recordar a mis chicas.- Espero que quede seleccionada, pero al mismo tiempo me pone un poco triste en pensar que tendré que dejarla ir
-Tranquilo, estoy seguro de que siempre te va a amar como su profesor, ambos sabemos que esta coladita por ti esa niña, algún día un padre te va a demandar por robarle el corazón de sus hijas
-Como si eso realmente fuera a pasar.- Me reí ante su comentario y tome un sorbo de mi taza aprovechando que estaban dejando la suya.- ¿Cómo te fue hoy en la productora?.- Tu sonrisa triste apareció de nuevo, mi corazón punzo un poco.- ¿No ha estado bien la nueva canción? Has trabajado muy duro en ella
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TAZA DE CAFE
FanfictionEstaba completamente centrado en lo que veía y escuchaba hasta que el sonido de la campana de la puerta se hizo presente, luego pisotadas mojadas, el chasquido de las gotas al deslizarse el impermeable, y cuando voltee la mirada estabas tu intentado...