El deseaba que dejara de aferrarme a alguien que nunca reconocería mis sentimientos y abrazaría mis idiosincrasias.
Alguien que me tiraría debajo del autobús por el bien de su frágil reputación.
Había alguien por ahí que me apreciaba más que Ronan, y ese alguien era él. Reed Keelmi, el chico de las flores en un vasto jardín de santos y monstruos de plástico.
El terminó nuestra conversación con una propuesta, "Elliot Banks, ¿me harías el honor de vivir un cuento de hadas conmigo?"
"Sí", finalmente estuve de acuerdo, "vivamos nuestro cuento de hadas."
Y esta vez, juramos escribir un final feliz.
ESTÁS LEYENDO
Cinderelliot -Traducción en español-
Short Story"Si los libros pudieran tener Grammys, Cinderelliot se merece uno" ----@obsceniteas, autor de Burn Me. "El era mi Principe Azul; yo no era su Cenicienta." [Basado en una historia real] Este relato es narrado desde la perspectiva de una anónima...