Leyenda o Legado (Golddy)...

16

- ¿Eso te dijo?

Pregunto cierta rubia desconcertada mientras le daba unas cuantas vueltas con el sorbete a su bebida.

- seee... Eso fue exactamente lo que me dijo. Aunque no lo entiendo aún el porqué decidió eso.

- oh ya veo.

Ya había pasado unos cuantos días después de la última conversación que tuvieron el rubio y el castaño.

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Otro cansado día para variar, nada extraño de lo normal, solo un pequeñísimo detalle, él. Aquel castaño ya no se presentaba a la clases, mucho menos a la escuela, algunos solo lo pasaron como algo normal ya que, si el ojos azules asistía o no era algo poco notorio. Pero, cierta persona no lo estaba pasando para nada tranquilo.

Ni un día podía estar sin pensar en aquel castaño.

- ya pasaron semanas desde que te fuiste, enserio que no creí que fueras a cumplir con lo que habías dicho. No puedo creer que no haya hecho nada para detenerte cuando aún tenía tiempo. Me haces falta. Desearía ver esos ojos azules una vez más, tan solo unos segundos más. Te extraño de una manera que no había extrañado a alguien además de mí mamá, ¿que me hiciste Freddy? ¿Por qué no puedo dejar de pensar en ti?.

Pensamientos uno tras otro divagando por la mente del rubio. Tal vez estar en cama observando fijamente un punto inespecífico del techo no era buena idea. Aún así, seguía haciéndolo.

Estaba en casa, era un domingo y se dispuso a bajar a la primera planta de su casa, su padre el cual estaba sentado en uno de los sillones de su sala, se percató de la presencia de su hijo.

- Golden, ¿de nuevo vas a salir?

El nombrado al escuchar su voz dirigió la mirada hacia el mayor para asentir con la cabeza.

El señor tampoco era alguien que no se percataba de los cambios disimulados de su hijo. Sabía que algo estaba pasando con el, tenía el presentimiento que tenía que ver con las salidas constantes del rubio.

- hijo, sabes que si pasa algo puedes contar conmigo ¿verdad?

A Golden le extraño esa pregunta.

- claro papá, lo sé perfectamente.

- entonces porque no me dices que es lo que te está pasando, has estado muy callado últimamente. Si es un asunto personal, no me meteré más solo para darte un consejo.

- no es eso papá, es que... Es complicado.

De un momento a otro la actitud del rubio se notó algo decaída. El mayor se dio cuenta de eso, y dejó lo que antes estaba haciendo para acercarse a su hijo y propiciarle un cálido abrazo. Golden no sabía qué hacer con exactitud.

- tranquilo, si es tan complicado como para bajarte el ánimo, entonces estás en una lucha muy fuerte hijo. Eso es estresante para cualquiera. En todo caso, tienes mí apoyo, aún si lo sé o no.

- papá... - apenas susurro para que después unas lágrimas de impotencia y de estrés se deslizara por sus mejillas- lo siento, no soy tan fuerte como tú crees, no soy tan fuerte que no puedo ni siquiera ayudar a un amigo. Aún no entiendo el porqué decidió dejarme cuando yo le dije que lo protegería. No entiendo la razón del porque lo haya hecho.

El mayor solo se dedicó a escucharle en silencio aún abrazandolo, sabía que su hijo estaba desahogandose, y tenía una idea de quién estaba hablando el menor.

- supongo que debe ser alguien complicado para entender.

- pero yo quiero entender, no quiero simplemente dejarlo ir sin una razón- este simplemente ejercía más fuerza en el agarre.