Capítulo 40
El paisaje era bastante bueno, aunque estaba borroso por la limusina de alta velocidad en la que viajaban los guardianes. Mientras Gokudera seguía siendo un diestro tranquilo y disciplinado, Yamamoto y Ryohei no pudieron evitar exclamar abiertamente.
"¡Esto es genial! ¡Es la primera vez que viajo en limusina!" El guardián de la lluvia parecía un niño pequeño que compraba un helado.
"¡Esto es EXTREMO! ¡Sawada es tan rico!"
"¡Cállate! ¡Se espera, él es Juudaime después de todo!" Gokudera estaba perdiendo la paciencia.
Un repentino alboroto explotó entre los dos, mientras Yamamoto intentó y no logró calmarlos. Yamamoto de repente notó que Chrome estaba mirando por la ventana, con una expresión preocupada y lejana. Decidiendo que los dos guardianes serían capaces de resolver su pequeña discusión por su cuenta, fue cuidadosamente al asiento vacío al lado de Chrome.
"¡Yoh! ¿Qué pasa? Has estado deprimido últimamente". Yamamoto notó lo obvio.
"Oh ... no es nada ..." El ilusionista se apartó de esos tranquilos ojos ambarinos.
"¿En serio? ¡Sabes que puedes decirnos cualquier cosa!" Yamamoto sonrió de oreja a oreja, "Aunque no estamos tan cerca, seguimos siendo un equipo, ¿verdad?"
Chrome hizo una pequeña sonrisa, reconociendo la veracidad de las palabras del guardián. Pero sabía que no podía decir la verdad de lo que realmente la estaba molestando. No podía contarles sobre el alma del futuro Tsuna. Ella no debe dejar que lo escuchen; al menos no de ella. Su ojo de amatista luego viajó a Lambo, que miraba perezosamente por la ventana, sentado frente a Reborn, a quien le bajaban el sombrero y estaba sumido en sus pensamientos.
"Es extraño, ya sabes ..."
El guardián de la niebla inmediatamente se volvió hacia Yamamoto mientras hablaba de la nada.
"... en una situación como esta, Tsuna normalmente estaría aquí con nosotros". La sonrisa de Yamamoto se suavizó cuando la tristeza brilló en sus ojos, "Estoy empezando a extrañarlo ..."
Chrome miró hacia abajo. Ahora que el guardián de la lluvia expresó sus pensamientos, el bloqueo que tanto intentó construir se estrelló, su corazón palpitó de dolor al pensar en las veces que Tsuna estaba con ellos, alentándolos en una misión imposible que tenían que cumplir. Sus ojos viajaron lentamente de sus manos a las de Yamamoto y notaron el pequeño marco que Yamamoto sostenía con fuerza.
"¿Que es eso?"
Lo sostuvo en alto para darle una mejor vista. "Encontré esto en la oficina de Tsuna. Aparentemente, es una foto de todos".
Chrome tomó el marco y lo miró, ignorando la cinta e intentó tragar la sensación de nostalgia, "Jefe ..." murmuró suavemente.
"Todos somos preciosos para Tsuna-nii, como lo precioso que es para nosotros".
Las palabras del inocente y honesto Príncipe de graduación resonaron en su mente. Se aferró al marco y se mordió el labio inferior. De hecho, Tsuna los considera como su gente preciosa, sus amigos, sus guardianes ... y tal vez, incluso su responsabilidad y seguidores. Eran toda su palabra, ¡hasta ahora! A pesar del hecho de que le habían dado la espalda en el futuro, no los odiaba ni les guardaba rencor. En cambio, trató de buscar formas de derretir el hielo una y otra vez.
