Algo De Esperanza

1 0 0
                                    

Ya pasaron algunos días y no hubo rastro de Bestia, ni siquiera aparecía en el comedor al medio dia a las 12 como solía hacer, mientras que Miwa se desesperaba aún más, no hubo día en el que no estviera merodeando por el castillo, no pudo encontrar nada, lo único que podía hacer ahora era pasear sin rumbo.
Analizó cada sitio y cada lugar donde buscó, solo había unos pocos sitios donde no miró, había algunas puertas donde estaban cerradas y, no quería volver a experimentar aquella desagradable situación solo por abrir algo que estaba cerrado, de todas formas no tenia los medios para abrirlas.

-Creo que aparte de esas puertas solo hay un único sitio en donde aún no he mirado, la torre Oeste, a lo mejor me prohibió ir allí porque ahí será donde lo ha escondido.

Pero esa era la norma más importante que le impuso, temía lo que le pasaría si la pillaba desobedeciendo otra norma, intentó calmarse respirando profundamente, luego ando poco a poco a su objetivo, hasta que una de las puertas de las que estaban cerradas se abrió sola lentamente.

La chica se giró para ver que era ese ruido-¿Es cosa mía o diría que esa puerta antes estaba cerrada?-Se acercó y la empujó, vio que detrás de la puerta la llevaba a un pasillo algo estrecho conduciendo a otra.

*Narra Miwa*

¿Qué esta pasando? Este lugar es muy raro, puertas que se abren solas, oigo voces extrañas, obejtos que se caen asi como así, creo que me volveré loca con el tiempo.
Seguí aquel pequeño pasillo y abrí la última puerta, y lo que me encontré me dejó perpleja, me situaba en un jardín enorme, las plantas aqui eran muy fértiles y, el sol brillaba, no como hace unos segundos que estaba todos los días nublado.

-"¿Qué está pasando aqui?" me pregunté.

El jardín era inmenso era incluso más grande que el castillo, otro dato peculiar es que habia arbustos y arboles bien cuidados, esto era todo lo contrario a lo que hay ahí fuera, pero lo que más confusa me dejaba es ¿porque todo es maravilloso cuando cruzo esta puerta? Ya que al volver a dentro esto no existe, todo vuelve a estar como antes, sin vegetación y nublado.

-Nose que decir ante esto...

Decidí echar un vistazo por aqui, luego me encontré con unas rosas muy bellas, eran de color azules, blancas y rojas, solo las había de ese color, las que son azules se parecen a la que está en mi colgante, me hicieron recordar eso...

Me la pasé horas y horas sentada en el césped, este lugar hasta ahora ha sido el único que me ha dado tranquilidad y algo de alegría, el estar aqui me hace sentir libre.

-Creo que he encontrado un sitio donde poder olvidarme de todo, al menos por un rato.

Y así es como me la pasé los últimos 4 días divirtiendome y olvidandome a ratos de mis problemas.
Hasta que un día pasé al lado de una fuente, en el agua cristalina flotaban algunos petalos que cayeon ahí dentro, pero noté que había algo raro o diferente, mi yo de el reflejo a cambiado, ya no me veo con esos arapos o con toda esa suciedad, ahora veia a una yo con un vestido lujoso y con joyas finas.

-Está no soy yo...-Mi expresión se volvió fría por un instante-Yo siempre seré la pobre chica solitaria...

Después un gorrión se posó al lado de mi mano puesta en la fuente.

-Jejeje al menos tu quieres animarme.

El gorrión echó a volar lentamente, yo lo seguí para ver a donde iba, me condujo a un enorme árbol, creo que a este tipo se les llama robles, era muy grande y alto, parecía tener ya sus años pero se mostraba fuerte y sano, di un rodeo alrededor de el para ver que tan grande era, pero me encontre con lo más inesperado.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 08, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La belleza del interiorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora