to

23 6 0
                                    

Caminaba alentando miradas resignadas por buscar en mi mente un motivo para no detener el paso. Porque todos los días, sin excepción particular, era lo mismo.

Podría divertirme o tener entretenimiento con mi teléfono o alguna distracción que busque alegrarme toda la noche. Pero al despertar, y al abrir los ojos, sabiendo que tengo que enfrentar justificado a un montón de personas que me atacan sin motivo, es terrible.

He llegado a llorar por afrontar nuevamente la realidad.

Desde que mi madre se fue, no he vuelto a tener ningún sueño. Fuera o dentro de mi mente. No disfruto estar en fantasía y la realidad tampoco es mi mejor elección.

Pero entonces, y de golpe, doy vuelta a tiempo al recordar que mi intención es justo cambiar toda la pena anterior.

En marcha a mi escuela, admiro mi nuevo camino, esperando pronto acercarme al parque; aquél enorme lugar lleno de una natural presencia, brisa suave y vida.

¿Qué sentirá al ser paz en este caos?

Al avanzar aún más, divisé una fuente color blanco que resaltaba entre los arbustos y los largos árboles.

Entonces vi la hora.

Tenía al menos 10 minutos de retraso, quería dar una vuelta a aquel lugar. Sin embargo, opté por pasar a una tienda rápido y comprar algo para tomar.

Empujé la puerta que en su parte superior, un aparato emitió un sonido alertando y avisando mi entrada.

—Buen día.—Saludó el dueño del recinto; a lo que yo con una reverencia, y en respuesta, dejé pasar para continuar hasta el fondo.

Específicamente a los refrigeradores. En donde comencé a divagar y a consultar en mente sobre mis gustos.

Que tanto lío externo me había hecho incluso olvidar.

De pronto:

"Falsk, el agua que te lleva a tus mejores sueños".

¿Es así?

La tomé; porque fuera de mi pobre y evidente ingenuidad, se ajustaba a mi presupuesto.

Regresé al señor quien tenía ahora su mirada puesta en un periódico.

—Estas enfermedades de ahora no avisan a nadie, de ningún lugar, ¿no es así?—Dijo en voz alta insinuando una conversación conmigo.

A lo que yo solo tendí el producto tomado esperando que no volviera a mencionar nada relacionado a algún mal.

Él suspiró dejando de lado el papel.

Después pagué lo establecido y nuevamente con una reverencia quise irme. No antes de casi chocar con una chica quien se veía apurada y ansiosa.

—Perdone.—Me dijo sin parecer realmente buscando que le disculpara.—Padre, ya se ha ido.

Se dirigió al hombre; y aunque me intrigó, yo no quise meterme más en aquello y solo salí rápido de ahí.

Guardé la botella recién comprada en mi mochila y apresuré el paso para llegar entre el montón de personas a mi escuela.

¿Cómo plantear lo que pasaba entre esos salones y bajo ese gran techo?

Mis compañeros no me odiaban pero me menospreciaban.

Ellos se habían enterado de mi pérdida tras mis ausencias en los primeros días de ingreso y de ahí nadie me mira de buena manera.

Creen por mi conducta que soy un chico depresivo y enfermo.

Que aunque lo fuera, yo mantengo mi rencor al contagio de las cosas.

Tal parece que nadie, en cuestión, le gustaría lidiar conmigo. Los maestros se han apegado en exceso a mí y eso los ha hecho tenerme además algo de disgusto.

Pero qué va...

Igual nadie parece ser azul en la tanta sangre que alguna vez me he planteado perder.

Nadie, como él.

—¡Taehyung!

maco - vkook 'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora