17: Perdiendo el control 🔥

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Luego de la pijamada en lo de Harrison volvimos a casa, recuerdo que el día anterior a la tarde habíamos arreglado con Daya y una compañera de nuestro salón, Selene, juntarnos en su casa a hacer un trabajo importante que había que entregar al otro día, pero yo me sentía demasiado mal, tenía mucha fiebre y apenas podía moverme, ¡No sé en qué momento me contagie está peste! Seguramente es porque suelo andar muy desabrigada en estos días de frío, y acá están las consecuencias

Daya: Pero ____ ya habíamos arreglado para ir a su casa y el trabajo se entrega mañana no podemos no hacerlo —Dice sentandose en mi cama—

— Lo se Daya pero me siento muy mal, me duele mucho el estómago y la cabeza

Daya: Bueno, está bien no te preocupes, voy a ir yo ¡Pero vos me debes una ! —Dandome un beso en la mejilla y abriendo la puerta del cuarto— ¡TOOOOOOM! —Exclamo entre gritos—

—¿Que haces daya?

Tom: ¿Que carajo quieres? —Se acerca a la puerta de la habitación frotando sus ojos mientras daba un leve bostezo, seguramente estaba durmiendo la siesta, aunque son las 20:15, es un poco tarde para la siesta—

Daya: Escuchá, yo me iré a la casa de Selene a hacer un trabajo que se entrega mañana, pero _____ se siente muy mal —Tom corrió su mirada hacia a mi largando una breve sonrisa— así que no va a poder venir, ¿Te puedo pedir un gran favor?

Tom: Dime —Sonriendo—

Daya: ¿Puedes cuidarla? Bueno.. no cuidarla, pero si necesita algo estate atento a ella por favor, tiene fiebre y ahora la sentí un poco calentita —Dijo mientras ambos me miraban, Tom con una media sonrisa en sus labios— Intenta no molestarla con tus chistes, no la hagas enojar y menos que menos hagas que se levante de esa cama, que haga reposo ¿Entendido? Y si mañana se siente mal que no vaya al colegio, yo voy directo de lo de Selene

—No hace falta, estoy bien —Diciendole a Daya entre dientes—

Daya: Shh tú debes dormír —Chistando— ¿Entendiste entonces Tom?

Tom: Si, entendido —Alza una ceja apoyandose en el marco de la puerta cruzándose de brazos—

Daya: bueno, adiós amiga que te mejores —Tirandome un beso— adiós idiota —Dandole un beso en la mejilla a Tom y bajando las escaleras para irse—

Tom espero que Daya se fuera para volver a mirarme y reírse

Tom: Así que.. te sientes mal y tengo que cuidarte —Bromea caminando hacia mi y sentándose en la cama—

—No se cual es el chiste, en serio —Dije acomodando mi cabeza en la almohada—

Tom: ¿Puedo tocarte? —Estirando su brazo—

Levanté las cejas mirándolo

Tom: la cabeza para ver si tienes fiebre no te ilusiones

—Eres un idiota —Reí— si puedes..

Se acercó más a mi y puso sus calidas manos en mi cabeza para luego bajar tocando mi cuello

Tom: Estás bastante caliente _____ —Dice preocupado— ¿Tomaste alguna medicación?

— Si, recién. Ya se me va a pasar —Respondí cerrando los ojos—

Tom: De todas maneras voy a quedar contigo —Afirmó acariciando mi cabello lentamente— voy a dormir aquí en la cama de Daya para que no estés sola

— Vaya, que buen amigo eres cuando quieres —Ambos sonreímos mientras no sacaba mis ojos de los suyos—

Tom: ¿Lo ves? —Sonríe— así que ve buscando alguna pelicula o série mientras que yo me voy a bañar —Dijo para luego  levantarse de la cama y entrar al baño—

Fantasías Prohibidas (Tom Holland y tú)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora