DIA 4

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Eran ya de madrugada, cuando escuche un misterioso llanto de un niño, entonces salí de mi habitación para ver lo que sucedía.

(Primer gran error)

Seguí el llanto y me dirijo hacia el patio trasero.

(Segundo gran error)

Abrí la puerta y en el columpio del frondoso árbol que estaba ubicado en una de las esquinas del patio, estaba sentado un pequeño niño, de unos 6 años, le hice una pregunta,

¿Quien eres tú?


(TERCER GRAN ERROR)


El sólo volteo y me miró con una sonrisa escalofriante en su desfigurado rostro.

365 DíasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora