Pasaron semanas muy divertidas, como la sombra, ahora llamada Albert, había recuperado un poco de su fuerza se atrevía a alejarse más de Emily, disfrutaba estar lejos de las ataduras, pero no lo suficiente como para desear soltarse de las mismas, un día Emily le había preguntado el porque no simplemente se iba, y él le contesto molesto "soy tu sombra y estoy cómodo así", el tema se dio por zanjado de inmediato.
Era de noche y venían regresando de clases, estaban caminando hacia la casa, cuando Albert habla.
-Algo pasa...
-¿qué cosa?- pregunto mientras seguía caminando.
-Espera detente, regresemos, hay algo que quiero ver - pidió la sombra.
-Eh.. bueno... -contesto aburrida mientras seguía las indicaciones de Albert encontrando una persona a lo lejos tirada en el piso - ¿Qué le pasa a ese tipo?
-No lo se, pero no te acerques... escondete - le advirtió preocupado.
A lo lejos se veían sombras deambulantes acercandose al cuerpo, Albert sentía la presión de ir a devorarlas pero se resistió quería saber que pasaba, sentía un dolor tremendo pero aún así resistió.
Poco a poco las sombras peleaban por "apoderarse" del cuerpo tirado en el piso.
-Acerquemonos - dijo Emily avanzando de apoco.
-¡IDIOTA!, no los quiero devorar - dijo molesto Al dejando a una curiosa Emily.
De pronto un ruido ensordecedor proveniente del cuerpo llamó la atención de ambos, una sombra tocaba el cuerpo y lentamente producía un enlace parecía alguien que estaba cociendo una tela, poco a poco las demás sombras se comenzaron a alejar lentamente, temiendo lo que sucedería a continuación.
No pasaron ni 10 segundos y el cuerpo comenzó a ponerse de pie penosamente, la sombra se le había "acoplado", y esta sin dudarlo se "expandió" devorando a todas aquellas sombras curiosas de alrededor, los gritos de agonía y dolor proveniente de ellas hizo que Emily se le revolviera el estomago vomitando en el lugar, quedando completamente en shock. Por otra parte Al se había alejado de Emily, acercandose a la "nueva" sombra luego de haberse deshecho de las sombras deambulantes cercanas, cuando estuvo lo suficientemente cerca la sombra lo miró casi asustado, mientras que su proyector se disponía a caminar arrastrando sus piernas, estaba borracho completamente.
-Hey tu.. - lo llamó Al.
-Ahg ahg - le contesto la sombra, haciendo gestos, parecía que no podía hablar.
-... ¿Qué rayos hiciste? ¿Tomaste a la fuerza al proyector?... - Hizo estas y otras decenas de preguntas pero ninguna de ellas era contestada, a lo más recibía solo ruidos, sonidos que harían los bebés tratando de comunicarse.
Al se rindió y se regreso donde Emily quien estaba sentada en el piso con sus codos en las rodillas tapando su rostro, ella estaba llorando, cuando lo notó corrió hacia donde estaba.
-¿Emily? ¿Qué pasa?.
-A-Al es-estabas aquí... ¿por qué no me hablabas? Creí... creí que, me pasaría lo-lo mismo que ese se-señor - respondió entre sollozos y tartamudeos.
-No seas boba Emy... Siempre estaré contigo - se le acercó - Si pudiera te abrazaría... Pero no puedo, venga vamos ponte de pie, lleguemos pronto a casa - le susurro suavemente, tiernamente incluso, se sentía culpable jamás hubiera querido que ella viese algo como eso.
-Umm.. si, lo se - le respondió ella mientras se ponía de pie y limpiaba sus lágrimas.
El resto de camino a casa fue tranquilo, Al había hablado todo el rato sobre lo aburrido que eran las clases, lo tonto que eran los compañeros de Emily y lo hermosa que era la Luna. Cuando entraron a la casa, especificamente a la habitación, Al seguía charlando, solo era él hablando distrayendo de cualquier pensamiento a Emily, hablo durante tanto rato continuamente que un humano normal hubiese quedado afónico... Hablo hasta que Emily se durmio, solo cuando escucho la respiración relajada se quedo callado.
"Perdoname Emily"- pensó apenado, si su rostro pudiese ser visto, se le hubieran notado lágrimas caer. Sabía que la situación vivida afectaría a Emily, quizá lo mismo que cuando sucedio con Reflejo o tal vez más, eso no lo sabría hasta que ella despertara. La sombra necesitaba urgente conversar de lo que había visto con Mía la sombra de la señora Melissa, pero ¿Alguna vez se volverían a encontrar?...
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Indetectables
ParanormalLas sombras siempre estan con nosotros, aunque no le prestemos atención, solo vemos lo que queremos ver en nuestros reflejos, nunca estamos atentos de lo que realmente se ve. Emily G. es una chica de 20 años que ha pasado su vida solo interactuando...