Capítulo 1: recuerdos (parte 1)

62 0 0
                                    

Otro dia mas, las clases habian terminado y lo único bueno es que por fin era viernes, meredith salió del plantel y compro una lata de té, se puso los audífonos y dejo que la música de mägo de oz  la alejara de la realidad.  Tomo el autobús hacia su casa, durante el trayecto empezó a rememorar lo sucedido durante las clases, definitivamente hoy no habia sido su dia, habia llegado tarde a clases, no entrego tareas porque las olvido en casa y tuvo dos exámenes sorpresa en las materias que más se le dificultaban y por si fuera poco habia discutido con sus amigos por un estúpido comentario. Eso habia sido el colmo, llego a su casa, iba a pasar el fin de semana completamente sola, su madre no se encontraba pues habia ido a visitar a su hermana porque estaba enferma y no regresaría hasta el lunes siguiente y su padre estaba en un viaje de negocios. Paso de largo por la cocina, pues no tenía absolutamente nada de hambre, llego a su habitación dejo su mochila junto a la puerta y con los audífonos puestos se recostó en la cama, no podía dejar de pensar en la discusión que habia tenido.

¿Qué estaba pasando? Sentía que cada vez más la dejaban de lado en las conversaciones, como si ella fuera cada vez menos interesante, como si solo fuera un estorbo, alguien a quien le hablaban solo por lastima y ahora esto, perder lo único por lo que valía el esfuerzo de levantarse e ir cada dia a la escuela. ¿Por qué? ¿Acaso se estaba volviendo aburrida?, sentía cada vez más lejana esa conexión con el mundo exterior y es que, ¿Quién querría salir con una chica tan tímida y sin gracia sin más tema de conversación que sus amados libros? Sentía que no les agradaba a los chicos, que nadie la querría porque era aburrida, ¿tenía amigos hombres? Sí, pero no era eso lo que quería, quería que alguien se interesara en ella de una manera más allá de la amistad, y es que ese era el problema: ella jamas habia tenido novio. Y no es porque no quisiera, al contrario era lo que más anhelaba en el mundo, pero por alguna razón parecía que el universo entero conspiraba contra ella, los pocos chicos que conocía no eran su tipo o  ya tenían pareja y el único (y el primero) al que habia amado en secreto por tanto tiempo habia muerto en un accidente de auto un par de años atrás. Sin poder evitarlo las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos, aun dolía recordarlo pues aun lo amaba, habian pasado ya dos años desde su muerte y aun sentía el dolor tan fresco como aquel terrible dia.

 –heren… te extraño, te necesito aquí con migo, necesito decirte cuanto te amo, que estés aquí y me abraces como solías hacerlo, maldita sea ¿porque tuviste que irte? Me siento tan sola...- decía la chica, con las lágrimas saliendo ahora ya sin control, hacia tanto que no lloraba así, poco a poco las imágenes y el recuerdo de ese dia fueron apareciendo en su mente mientras ella empezaba a caer rendida en los brazos de Morfeo.

Flashback:

 Era un sábado por la mañana, habia tomado la decisión de por fin declarársele, sentía que ya no podía esconderlo más y la duda de saber si sería rechazada o no la estaba carcomiendo. Tomo su celular y busco en la agenda el número, “Heren” tras pensarlo unos segundos presiono la tecla para llamar, el teléfono timbro una vez, dos, tres, cuatro sino es que más y cuando estaba a punto de arrepentirse y colgar, el chico contesto la llamada.

¿bueno?

Ah, hola heren– respondió la chica bastante nerviosa- te llamaba para saber si estabas disponible hoy.  

–ah hola meredith, claro, hoy no tengo planes ¿Qué se te ofrece?

–emm… bueno, ¿podrías venir a mi casa hoy en la tarde? Hay algo de lo que quiero hablar contigo y no sería correcto contártelo por teléfono. El chico se quedó pensativo

está bien, ¿te parece a las tres?

–eh, si me parece perfecto, entonces está decidido, a las tres en mi casa.

LUZ EN LA OSCURIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora