Capítulo 2: recuerdos (parte 2)

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HEREN’S POV:

Me encontraba recostado en la cama escuchando a simple plan mientras pensaba en una manera para decirle a meredith que me gustaba. Siempre hemos sido mejores amigos, pero casi al finalizar la secundaria me di cuenta de que ya no la quería solamente como amiga, incluso en la graduación de la secundaria intente declararme pero no tuve oportunidad alguna, durante las vacaciones lo volví a intentar varias veces pero nunca lograba llegar a mi meta y ahora que estamos en prepa resulta que estamos en escuelas diferentes y eso me dificulta las cosas un poco más, ya que últimamente cada vez que la veo se vuelve casi imposible de controlar esas ganas de poder decirle lo que siento, que ella se ha convertido en un todo para mí, y esas ganas de poder besarla… pero si lo hago, ¿Cómo reaccionaría? ¿Se enojaría? ¿Me dejara de hablar o me mandara a la friendzone? ¿Le gustare y también? Nunca ha dado señales de que así sea o tal vez yo soy muy despistado y no me doy cuenta, de cualquier manera ya no lo soporto, tengo que decirle que me gusta antes de que otro se lo diga.

Luego de varios minutos pensando cómo decírselo decidí que iría a su casa, apague el mp3 y tome el teléfono, estaba a punto de marcarle cuando empezó a sonar, no hizo falta ver la pantalla para saber que se trataba de meredith pues el ringtone que le habia puesto para identificarla era la canción “amiga” de Alexander acha, díganme cursi y ridículo si quieren pero yo espero poder dedicársela algún dia en persona y no como ringtone; me quede estático viendo el teléfono agradeciendo por mi suerte y también por los nervios que habia aparecido de repente, sin embargo el subconsciente me jugo una y cuando menos pensé ya habia contestado, a como pude trate de calmarme y sonar lo más natural posible:

¿bueno?

Ah, hola heren– respondió la chica al otro lado de la línea -te llamaba para saber si estabas disponible hoy. 

–Ah hola meredith, claro, hoy no tengo planes ¿Qué se te ofrece?- “bueno en realidad si, planeo ir a tu casa a decirte lo mucho que me gustas y besarte hasta que tengas los labios hinchados” dije para mis adentros.

–emm… bueno, ¿podrías venir a mi casa hoy en la tarde? Hay algo de lo que quiero hablar contigo y no sería correcto contártelo por teléfono.-  ¿Qué si puedo? ¡Claro que sí! Yo también quiero hablar contigo de algo bien importante.

Está bien, ¿te parece a las tres?- le respondo luego de divagar un momento por la emoción, si por mi fuera habría ido en ese instante pero no podía ir en fachas.

–eh, si me parece perfecto, entonces está decidido, a las tres en mi casa.

–vale hasta entonces, chao. Le respondí con una sonrisa que no me cabía en el rostro. (Aunque ella no pudiera verla)

–chao.

Luego de la llamada, me deje caer sobre la cama ¡por fin la suerte se habia puesto de mi lado! Esta vez nada me impediría que le diga a ella que me gusta y si me rechaza, bueno sé que dolerá pero al menos lo intente, pero si dice que si juro que seré el hombre más feliz de la tierra. Ahora la pregunta era ¿Cómo se lo digo?, ¿le llevo flores? Sé que las gerberas son sus favoritas ¿o será mejor darle rosas? No, sería demasiado obvio, las gerberas están bien, ¿y si mejor le llevo chocolates?, ah que rayos, le llevare ambas cosas. Me levante de la cama y mire la hora en el reloj de mi cuarto, las 11:35, Salí del cuarto y me dirigí al estudio de mis padres pues ellos estaban ocupados terminando su próxima novela, entre en silencio para no interrumpirlos y cuando tuve una chanza les pregunte:

-mamá, papá, hace un momento me hablo meredith para invitarme a su casa a eso de las tres de la tarde y yo le dije que sí, ahora la pregunta es ¿puedo llevarme uno de los autos?  

LUZ EN LA OSCURIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora