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Hace cuatro años


La cabeza no paraba de darme vueltas, el aire en mis pulmones era cada vez más escaso y sentía la bilis subiéndome por la garganta.

El hijo de puta que hasta hace unas horas le confesaba mi amor eterno y él me respondía con los besos más dulces, ahora me miraba con burla mientras acariciaba con los dedos la pierna blanquecina de la chica pelirroja que estaba sentada en su regazo.

Los mismos dedos que hace unas horas limpiaban mis lágrimas con ternura. 

-¿Estás teniendo uno de tus ataques de pánico? En verdad eres patética.-Gritó por sobre la música arrastrando las palabras-.

Está borracho o muy drogado, el punto es que no es consiente de lo que dice o hace, así que mañana se disculpara y todo volverá a lo de siempre.

-Yoongi, levantate, voy a llevarte a casa.-Logré tranquilizar mi respiración y aparté con cuidado a la borracha sobre su regazo, la chica solo se acurrucó contra el costado de otro chico, por un momento me preocupé por la chica, pero rápidamente el pensamiento se fue cuando traté de tomar la mano de mi novio y este me apartó de un manotazo-.

-¿Qué coño crees que haces? ¡Lárgate de una buena vez!.-Me empujó de nuevo cuando intenté levantarlo, sólo que esta vez acabé en el sucio piso, se levantó y me miró desde arriba, con su sonrisa burlona, una cruel y fría-.

Como si nada hubiera pasado, me rodeó y se fue directo a la salida, me limpié la lágrima que corría por mi mejilla y me levanté para seguirlo. Fuera hacía un frío que me hizo tiritar, miré a ambos lados de la casi vacía calle y logré ver su chaqueta verde desaparecer por el callejón al final de la calle, corrí hacia allí con el corazón en la boca. 

Había confesado que lo amaba hace poco menos de dos horas, ¿por qué se comporta así?

-¡Yoongi!.-Apenas entré al callejón comencé a buscarlo, frente a mi sólo estaba su auto y un estrecho lugar vacío y silencioso, giré sobre mi misma con la desesperación en la garganta, lo llamé de nuevo, más fuerte-.

-Deja de gritar, no me concentro gracias a ti.-Su voz venía de entre las sombras de un pequeño muro, mis manos temblaban por el frío y me rodee con ellas el torso tratando de conservar algo de calor, nos quedamos en silencio unos segundos y luego escuché un suspiro de su parte, salió de entre las sombras acomodándose el pantalón-. 

-Aparentemente no puedo mear si hay gente presente, aprendo nuevas cosas sobre mi cuerpo cada día.-Hurgó entre sus bolsillos las llaves de su auto y ahí dejé salir mi pánico, me coloqué entre la puerta del auto y él, suspiró de nuevo y finalmente se dignó a mirarme.-¿Qué? 

-¿Puedes explicarme qué fue lo que vi adentro?.-Los dientes me castañeteaban y las lágrimas hace rato que me habían mojado el rostro y el cuello de mi camiseta-.

-De poder, puedo, pero la verdad es que no quiero, ahora quítate-.Me empujó hacia un lado tratando de entrar a su auto pero con rapidez vuelvo a colocarme entre la puerta y él.-Yangmi, no me toques los huevos ahora, estoy cansado y quiero llegar a mi puta cama.

Volvió a empujarme y yo repetí la misma acción, suspiró y comenzó a forcejear la manilla, tiraba de ella hacia él y yo me lanzaba con todo mi peso hacia ella, era una suerte que estuviera bastante borracho porque en sus cinco sentidos ya me habría quitado de su auto hace rato.

 Sin saber muy bien que esperar, cuando tiró de la puerta con bastante fuerza, dejé que la fuerza me llevara hacia él, al lugar donde me sentí muy feliz los últimos meses, me estiré como pude y logré llegar a mi objetivo, sus bonitos labios rosados, cerré los ojos y como desde la primera vez que me besó, dejé de escuchar el ruido de fondo, de pronto los grillos en el callejón y la música ahogada de la fiesta desaparecieron, una paz que anhelaba desde hace un rato inundó mi mente y finalmente sentí respirar no era una tortura, me hubiera encantado estar allí unos minutos más, pero tan pronto como mi paz vino se fue.

-¿¡Qué coño crees que haces?!-.Mi espalda rebotó contra el metal de la puerta cuando Yoongi me empujó contra esta, el aire por un momento me faltó y sólo lo escuché a él maldecir.-¿¡Cuál es tu puto problema?! ¡Ten un poco de dignidad y lárgate!-.Escupía cada palabra con rabia y yo sólo volvía a llorar, me hizo a un lado y al fin logró abrir la puerta.-

-¿Por qué haces esto? ¿Qué pasó todos estos meses Yoon?-.Mi voz sonaba ronca y la garganta me ardía, llorar tanto me estaba pasando factura.-

-¿Qué quieres que te diga? ¿Que todo fue un maldito juego? Pues ahí está, jugué contigo todos estos meses, ahora déjame en paz-.Se subió al auto y lo encendió, yo me acerqué a él y coloqué la mano en su ventanilla, mirándolo con suplica, no podía creerle lo que decía, me negaba rotundamente.-

-Yoon por favor, no me dejes-.Para este punto estaba plenamente consiente de que ahora conocía lo que era un corazón roto y de verdad deseaba poder quitar ese dolor de mi, él me miró a través del cristal y lo vi suspirar, rebuscó algo en sus bolsillos y luego bajó el cristal, me tendió unos billetes arrugados y sin entender muy bien qué quería que hiciera con eso, los tomé.-

-A dos calles de aquí está una parada de autobuses, si corres alcanzas el último de hoy-.Y sin más se fue, puso en marcha su auto y me dejó allí sola, con el corazón tan roto que pensé que moriría allí mismo.-

⭐⭐⭐

Good night bubus👉👈


Attention.Where stories live. Discover now