CAPITULO I

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Sarada estaba en la preparatoria de mayor prestigio en Japón, era su último año, tenía tan solo 17 años pero era bastante madura para su edad, ella estaba observando a sus torpes compañeros de clase y se preguntaba porque a veces el dinero podía influir tanto en las personas, es decir la mayoría de sus compañeros eran arrogantes, soberbios bueno claramente la culpa recaía en sus padres, los habían malcriado, solo su amiga Chouchou y ella habían sido educadas de diferente manera, ambas venían de familias que tuvieron que sufrir para triunfar, el padre de Chouchou por ejemplo fue un humilde agricultor, pero gracias a su esfuerzo y el de su madre llegaron a ser grandes empresarios en la industria de las conservas, la familia de Sarada en cambio, tuvo una historia diferente, su madre conoció a su padre en un hospital, ella era interna, él era el hijo de la corporación más grande en Japón, que se desenvolvía en más de diez industrias, el joven Uchiha había enfermado debido a la presión que tenía en su hogar, su padre y madre eran exigentes, siempre lo presionaban y es que creían equivocadamente que Sasuke debía ser el mejor en todo, él trato de ser lo que ellos esperaban porque pensó que el hecho de que su hermano Itachi hace poco había decidido no tomar el mando y vivir una vida humilde, lejos de ellos, los había afectado y es que Itachi era simplemente perfecto a sus ojos, pero lo dejo todo por Izumi, una chica humilde que sus padres nunca llegaron a aceptar por no ser de su nivel social, Sakura cuido de Sasuke alrededor de tres meses, en los que se enamoraron, al salir del hospital Sasuke intento formalizar la relación con Sakura pero sus padres se lo impidieron, claramente no creían que Sakura fuera la mujer correcta para el heredero de la corporación, a pesar de que ella había demostrado ser un prodigio para su generación y aunque estaba solo de interna, los doctores le daban pacientes exclusivos, fueron años de peleas hasta que tuvieron que resignarse ya que Sasuke amenazo en hacer lo que su hermano mayor hizo, sus padres no querían que la corporación se quedara sin un heredero así que tuvieron que ceder, años después nació Sarada, su madre provenía de un lugar humilde, se ganó todo el reconocimiento que tenía, así que siempre le enseño a Sarada sobre la humildad y la perseverancia pero sin llegar a humillarse ella era una Uchiha tenía un nombre que representar y honrar

-Míralos-Decía Sarada algo molesta

-Solo son unos idiotas, no los mires- Respondió Chouchou

-Son tan engreídos

-Porque a pesar de que todos estos chicos tienen dinero ninguno es decente jajajaja

-Chouchou-Ambas ríen

-Tal vez sea por nuestra edad-Dijo Sarada

-No creo amiga, tengo la misma edad, pero no soy así

-Buen punto

- ¿Hoy te recogerán?

-No, les dije que tengo que practicar en la sala de música, hoy me toca violín- dijo mirando su cuadernillo

- ¿Entonces iras en el metro otra vez?

-Adivinaste

-Amiga ten cuidado, sabes que hay todo tipo de gente ahí, además no entiendo ¿porque te gusta ir?

-No te preocupes, no me pasara nada, no converso con nadie, solo voy porque me gusta ver como las personas viven su día a día y ni que decir de los paisajes

-No se trata de eso, tengo miedo de que alguien te secuestré o algo así

-Hay Chouchou no seas exagerada, no toda la gente es mala

-Lo sé, pero también recuerda que no todos son buenos si, ve con cuidado

-Entonces por qué no vienes conmigo

-Aunque me gustaría vivir la experiencia contigo no puedo, mi madre me prometió que hoy iríamos de compras, no pasamos mucho tiempo juntas así que tengo que aprovechar, lo siento

-No te preocupes, ve y pásala bien con tu mami, me la saludas

- Claro

Llego la hora de salida y ambas amigas se despidieron, Sarada se dirigió al metro como todos los miércoles, compro su boleto, espero, subió y se sentó, todo estaba tranquilo, las personas estaban en lo suyo mientras ella los observaba, volteo a mirar el paisaje que de pronto había aparecido, cuando sintió que el tren comenzaba a detenerse en la estación volteo y vio entrar al chico más guapo que hubiera podido ver en su vida, parecía de su edad, se sonrojo levemente, mientras el joven se sentó frente a su asiento, ella se quedó quieta mientras lo observaba, el joven estaba atento a su celular y de pronto sonrió mirando su pantalla, al ver esto Sarada estaba segura que había quedado prendada de aquel chico de cabellos rubios, su suerte cambio cuando sintió que nuevamente se abrían las puertas del tren y se adentró en este muchísimas personas, dejando de visualizar al rubio.







Hola sé que dije que ya no escribiría pero la inspiración llegó a mi y quería compartir esta historia con ustedes, veremos como va esto, bueno perdonen los faltas ortográficas, gracias por leer y votar, hasta la próxima.

¿Solo tú?  TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora