CAPITULO VIII

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Verlo así me dolía e instintivamente limpie la lágrima que caía por su mejilla, él me miro a los ojos y lentamente su mirada bajo a mis labios, dejo la botella de whisky a un lado y mi corazón latió con fuerza contra mis costillas, pero el sonido de la puerta nos hizo apartarnos el uno del otro.

- ¿Bo ru to? -Pregunto Azumi

-Hola hermosa

- ¿Que estabas?

-Nada, nada-Dijo el rubio para caminar hacia ella y tomarla de la mano, para luego irse juntos dejando atrás a Sarada y a la botella de whisky

¿Qué demonios paso aquí?, ¿porque fue amable conmigo?, ¿porque me conto todas esas cosas? y se fue así, sin decir ni explicar nada, salí de la terraza algo confundida, entre al enorme salón y vi a mi amiga bailar, parecía que se la estaba pasando genial, entonces logre ver a Boruto y Azumi bailar pegados mientras se besaban, suspire y me giré para no verlos, entonces entendí que mi mente podría estar ocupada todo el día pero mi corazón seguía tras de él, no entendía el porqué, ni el cómo , pero me enfurecía sentirme así, busque la barra y una vez ahí me senté, pensé en como las películas recalcaban que el alcohol te hacia olvidar muchas cosas, así que pedí un trago, al fin y al cabo que podía salir mal, solo sería uno, el joven me lo entrego y tome de golpe todo el contenido, inmediatamente tosí, esa cosa me estaba quemando la garganta, suspire y me levante rumbo al baño, no podía tomar, no podía estar aquí, no quería verlos más, no entendía la actitud de Boruto, ni me entendía a mí misma, ¿porque seguía pensando en él?, entre al baño y me mire al espejo mientras una lagrima caía por mi mejilla, ¿Por qué me tiene que doler tanto?, me pregunte mientras salía del baño

-Sarada...

-Inojin ahora no quiero hablar-Quiero ir a casa

-Solo quiero disculparme, sé que prometí apoyarte, pero me duele, acaso tienes idea de cuánto me duele

-Sabes que si-Dijo mientras su mirada se dirigía al rubio de ojos azules que bailaba animadamente con Azumi

-Demonios Sarada, mírame, yo puedo hacer...

-Perdóname Inojin yo no puedo quererte-Interrumpió la joven Uchiha

-Sarada...-Balbuceo el Yamanaka con evidente tristeza

-Lo siento debo irme, mi chófer me está esperando, me despides de Chouchou, adiós-Dijo la pelinegra mientras se alejaba.

Llegue a mi habitación y repase las cosas que me habían pasado, la vida a veces es tan irónica que siento que a veces juega conmigo, como pude estar soñando tanto tiempo con conocer a alguien que solo vi una sola vez, soñé con hablarle, con poder mirarlo de cerca, lo idealice tanto que hasta pensé que era como un príncipe, amable, sencillo y humilde, pero no era así, solo es un patán y dios de verdad no sé qué le pasa a mi estúpido cerebro cuando me mira con esos ojos, es como si se apagara y dejara al mando a mis impulsos y a mi corazón, por eso casi nos besamos, ¿porque sigo pensando en él, es un patán y mi estúpido corazón no lo entiende, ¿porque?

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El día lunes por la mañana al llegar a la preparatoria no se hablaba de otra cosa que no fuera la fiesta de mi mejor amiga, al parecer todos lo habían pasado genial, excepto yo y todo por el estúpido de Boruto y claro también por mi más estúpido corazón, entre al salón, no había nadie más que el ojiazul, sentí como su mirada me seguía mientras caminaba ignorándolo, me senté y decidí salir para evitarme la incomodidad, pero justo cuando estaba a mitad de clase hablo

- ¿Porque te vas?, ¿acaso te pongo nerviosa?

-Lo mire mientras arrugaba mi frente-Si claro, piensa lo que quieras

¿Solo tú?  TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora