🍒; You Belong With Me • 2min

🍒; Extra 2

Deja el teléfono sobre la mesa de noche junto a su cama cuando suena nuevamente la contestadora. Es la décima vez en una hora que lo llama y el resultado es el mismo: nada.

Se deja caer contra la cama, su cuerpo rebotando ligeramente apenas se impacta contra el suave colchón. Cierra los ojos y suspira, poniendo su antebrazo sobre su rostro. No tiene idea desde cuándo se está sintiendo así, pero no le gusta. Le aterra, le aterra porque tiene una idea de lo que está pasando por su cabeza y no quiere que sea verdad.

Porque no puede estar enamorado de su mejor amigo.

No puede. No puede. No puede.

Pero, ¿cómo explicar sus repentinas ganas de estar con él cuando antes podía pasar una semana sin saber de él?, ¿cómo explicar su empeño en que su atención sólo esté puesta en él y no en esa chica tonta que sólo lo ha apartado de su lado desde que apareció?, ¿cómo explicar que sólo cuando está con él se siente bien, feliz, completo?

—¡Mierda!

Lanza una almohada, provocando que una lámpara junto a su cama se caiga e inevitable se rompa apenas toca el suelo. Lo que le faltaba, ahora tiene que reponerla antes de que su madre se dé cuenta y lo rete por eso.

Se levanta de la cama con mucha pesadez, para recoger lo que queda de la lámpara y que su madre no lo vea por la mañana cuando venga a su habitación. Se inclina, recogiendo una a una las piezas rotas, hasta que la puerta de su habitación abriéndose le hace enderezarse y mirar con el ceño fruncido al nuevo intruso ahí.

Lee Jinki.

—¿Qué pasó aquí, Taemin?

Su hermano mayor mira boquiabierto la lámpara rota en el piso, mientras él sólo se encoge de hombros y sigue con lo que había estado haciendo antes de que él apareciera.

—¿Te dio un ataque de ira?

—No.

—¿Krystal te dijo que quiere terminar contigo?

—No.

(Aunque eso no suena tan mal dentro de su cabeza).

—¿Entonces?

—¡Nada, Jinki! ¡Na...!

El tono de llamada de su teléfono le hace callarse de inmediato. Tanto Jinki como él se quedan estáticos y en sus posiciones, girando lentamente la cabeza hacia la mesa de noche donde el teléfono yace con una imagen de la foto de Minho en la pantalla. Taemin abre la boca, sorprendido, antes de lanzarse a tomar su teléfono y contestar lo más rápido que sus dedos torpes se lo permiten.

—¿Sí? —Intenta no sonar desesperado, pero no le sale.

—¿Me llamaste?

Taemin rueda los ojos apenas lo escucha. ¿Que si lo llamó? ¡Lo llamó diez veces y en ninguna ocasión le contestó!

—Sí —responde, calmado, avergonzándose un poco. Sólo un poco. Y se sienta en la cama.

—Estoy con la familia de Jinri, me invitaron a cenar. ¿Querías algo?

—Oh. —Taemin baja la cabeza, apenado, mientras dibuja figuras irregulares sobre la superficie de la cama—. Pues, es que... no te había visto en todo el día y estaba preocupado.

—Estoy bien.

—Sí... sí.

—¿Taemin?

—¿Vendrás a jugar videojuegos con Jinki hyung y conmigo?

—No, no creo que me dé tiempo, estaré con Jinri hasta más tarde.

—Está bien... adiós.

—Adiós, Taemin.

Y cuelga.

Deja el teléfono sobre la cama y gira la cabeza hacia donde Jinki está de pie, mirándolo con un poco de lástima en su rostro. Se deja caer en la cama, cubriendo su cara con ambas manos y ahogando los sollozos que está ansioso por soltar. Siente cómo una parte del colchón a su lado se hunde y la voz de Jinki llega a sus oídos.

—Creo que ya es tiempo de aceptar lo que que sientes.

—No siento nada.

—¿Y por qué te importa tanto que Minho tenga novia? Tú también tienes y tú también lo has dejado de lado por ella.

—Pero no así...

(Aunque en realidad sí lo había hecho así, incluso peor, y por más tiempo del que Minho lleva aplicando eso con él).

—Bueno. —Jinki se levanta de la cama—. Como quieras, sólo... sólo no arruines las cosas.

Taemin no descubre su cara hasta que escucha la puerta de la habitación siendo cerrada. Se endereza para quedar sentado, mirando hacia la ventana de su habitación que daba justamente a la de la habitación de Minho. Pero esta vez no hay un Minho haciendo ejercicio o recargado en la ventana; esta vez sólo hay cortinas cerradas y nada más.

¿Por qué tiene tantas ganas de estar con su hyung? ¿Por qué no puede hacerse a la idea de que el mayor tiene novia?

¿Por qué?

«Porque no puedo estar enamorado de Minho. No puedo.»

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