Denegaciones y resistencias
Sin embargo, este derroche de confesiones complacientes, esta sucesión de preguntas y respuestas
perfectamente encajadas para formar un conjunto coherente a veces demasiado coherente para ser verosímil no se desarrolla sin fallos ni sorpresas.El acta del primer proceso resume, sin transcribirlas, las denegaciones
de Smirnov.La del último proceso no disimula en absoluto la resistencia de Krestinski.
Pero hay otras dificultades de improviso, sin que nada lo haga presumir, un acusado se enfada, niega una declaración, replantea un punto que parece no tener importancia, o calla obstinadamente.
A veces el fiscal se irrita, amenaza o llama al orden, o, por el contrario, tranquiliza y apacigua al hombre enloquecido, que se debate
o se encierra en un mutismo inesperado: durante algunos minutos a veces menos se entabla un curioso diálogo con doble sentido, en el que ambos interlocutores parecen aludir a una secreta regla del juego que se
denuncia o que no se quiere violar.Las resistencias de Piatakov
En el proceso de los diecisiete, Piatakov provoca diversos incidentes. Así, el primer día, niega las
afirmaciones de Chestov, que Vychinski quería utilizar contra su versión de los acontecimientos:
VYCHINSKI: ¿Confirma usted lo que acaba de exponer el acusado Piatakov en cuanto a la entrevista con Sedov?
CHESTOV: Sí, lo confirmo.
VYCHINSKI: ¿Fue precisamente esto lo que le dijo Piatakov en aquella ocasión?
CHESTOV: Sí, aunque lo hizo mucho más detalladamente.
VYCHINSKI: ¿En qué sentido dio estos detalles?
CHESTOV: Decía que la industrialización realizada por Stalin no resiste crítica alguna.
VYCHINSKI: ¿Y quién le decía esto?
CHESTOV: Fue Piatakov quien me lo dijo.
VYCHINSKI: ¿Eran palabras suyas o simplemente transmitía las palabras de Sedov?
CHESTOV: Yo lo interpreté en el sentido de que Piatakov me transmitía sus propias palabras, y esto concordaba con lo que ya sabía por mi conversación con Sedov.
VYCHINSKI: ¿Quién había sostenido esta conversación?
CHESTOV: Yo mismo.
VYCHINSKI: Ya hablaremos de ello más adelante. Ahora dígame qué sabe usted de la entrevista entre Piatakov y Sedov.
CHESTOV: En aquel momento, Piatakov me dijo que la construcción de grandes minas y la idea de Stalin de un combinat Ural-Kuznetsk eran castillos de arena.Para probar lo que decía puso a calcular, lápiz en mano (había cogido realmente un lápiz), lo que costaría una tonelada de metal extraído de la Magnitka, con la hulla de la cuenca de Kuznetsk, una tonelada de metal de la fábrica de Kuznetsk, extraída del mineral...
VYCHINSKI: ¿Y a qué conclusión llegó?
CHESTOV: Llegó a la conclusión de que estas fábricas no serian rentables.
VYCHINSKI: ¿Quién opinaba esto?
CHESTOV: Comprendí que era la opinión de Yuri Leonidovich.
VYCHINSKI: Al exponerle su conversación con Sedov, ¿Piatakov se solidarizaba con él o
sólo le transmitía la conversación fotográficamente?
CHESTOV: Se solidarizaba con él, sin reservas.
VYCHINSKI: ¿Intentó convencerle a usted?
CHESTOV: Sí.
VYCHINSKI: ¿Aún no estaba convencido en aquellos momentos?
CHESTOV: Sí, estaba suficientemente convencido después de mi entrevista con Sedov, y más tarde tuve dos entrevistas con Smirnov.
VYCHINSKI: Si he comprendido bien, ¿estaba Piatakov completamente de acuerdo con el punto de vista de Sedov cuando le comunicó a usted su entrevista con él?
CHESTOV: Sí.
VYCHINSKI: ¿E intentó influir sobre usted para que aceptara su punto de vista?
CHESTOV: Sí.
VYCHINSKI: No tengo nada más que preguntar a Chestov. Permítame hacer una pregunta a Piatakov. Acusado Piatakov, ¿está usted de acuerdo con lo que Chestov acaba
de decir?
PIATAKOV: Quizá Chestov habló con alguien, pero no conmigo, cuando dice que, lápiz en mano, calculamos el precio del mineral. Esta conversación no la tuvo conmigo.
VYCHINSKI: Cuando le contaba a Chestov su entrevista con Sedov, ¿daba usted a su relato el carácter de una simple transmisión o, al hacerlo, expresaba su propia opinión?
PIATAKOV: Tanto con Chestov como con Vladimir Loguinov se trataba de llevar a cabo esta orden.
VYCHINSKI: Si he comprendido bien, en 1931, en Berlín, usted vio a Sedov y hablaron de la lucha realizada contra el Gobierno soviético y el Partido; ¿expresó usted su punto de
vista sobre el fracaso de la industrialización, etc.?
PIATAKOV: En cuanto al fracaso de la industrialización, no expresé aún en aquel momento mis opiniones, pero, en todo caso, hablé de la reanudación de la lucha contra la dirección y sobre este tema sí expuse mi punto de vista.
VYCHINSKI: ¿Creía que era necesario reemprender la lucha?
PIATAKOV: Sí.
VYCHINSKI: ¿Cómo se explica que usted consintiera tan pronto en reemprender esta lucha contra el Partido y el Gobierno soviético?
PIATAKOV: La causa no fue mi entrevista con Sedov; él sólo me dio el empujón definitivo.
VYCHINSKI: En consecuencia, ¿ya entonces se manifestaba su vieja posición trotskista?
PIATAKOV: Es verdad que conservaba mis viejas tendencias trotskistas que, más tarde, fueron progresivamente en aumento.
Al día siguiente, Piatakov se resiste a admitir los fundamentos políticos de la acusación.

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los procesos de Moscu
Historical Fictionhistoria de las purgas de Stalin por el autor PIERRE BROUÉ. Toda la historia jamas contada de como Stalin venció unas de las conspiraciones más graves contra su mandato