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⌈ V +18 ⌋

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No puedo resistirme a él, a lo que pide u ordena, a sus labios y olor, su cuerpo suplicante rogando por ser tomado por el mío, no puedo voltear la cara e ignorarlo, mucho menos cuando esta tan necesitado de mí, deseoso de tenerme como su alfa, y yo se lo cumpliré, porque así sea solo un tonto capricho, yo por Park Jimin lo cumpliría.

Deslice mis manos por los costados de su cuerpo sin dejar de besarlo, mi lengua se abrí paso entre su boca juguetonamente, las yemas de mis dedos se encargaron de acariciar y apretar sus candentes caderas. Jimin gimió entre besos por el roce erótico que ejercía su erección con la mía, movía sus caderas para mayor fricción, sin dejar de saborear los pocos centímetros de la boca suya. Quiero más de sus labios, de su cuerpo, de él.

—Por... Favor...

— Quiero probar más, abre y saca tu lengua Jimin~ – como el niño bueno y obediente que es hizo lo que le pedí sin protestar.

Saque mi propia lengua y la pase sobre la de él, tomándola después entre mis labios succionándola con morbo, su saliva corrió por los bordes de sus labios y sin dejar que ese líquido se perdiera lo chupe, tragándomelo, Jimin gimió buscando mis labios para otra ronda de besos. Tire de su camisa deslizándola suavemente por su cuerpo.

— Joder, tengo que tocar más, Jimin~ – sus ojos lloroso me miraron deseoso, feliz porque cumpliera lo que había dicho. Le sonreí y levante completamente su camisa sacándosela de su cuerpo sin problemas.

—P-Por favor... Ya tócame, por favor...

— Eres tan hermoso, tan caliente~

Jimin dejo que mis manos curiosas recorrieran su pecho, que me encargará de acariciarlo a mi gusto, mi boca no se podía resistir a tremendo bombón de chocolate, aspire su cuello, donde estaba su fuente de olor, ese magnético olor, mientras jugaba a deslizar mi lengua y a pasar mis dientes en esa zona tan erógena.

— ¿Quieres que te toque aquí? – susurré en su cuello deslizando mis manos a su trasero, lo tome entre ellas y lo manosee deleitándome de su forma y gran tamaño.

Jimin es la maldita gloria hecha persona.

— D-Dios... ¡Ahh~! Mierda

— Eres tan fogoso, ah~... – le dije desesperado, mis dedos se movieron dentro de su pantalón y bóxer buscando llegar a ese jugoso orificio, deje que mis labios hicieran un recorrido por su pecho, sintiendo su piel erizarse y sus dulces botones rosados ponerse más duros.

Mis propios jadeos se escuchaban por todo el baño, las palmas suaves de Jimin se deslizaron por mi cuerpo exigiendo atención, y yo estaba dispuesto a complacerlo.

Deslice mi lengua a sus duros pezones, los lamí y chupe repetitivamente, Jimin comenzó a gemir a voz suelta, mi caliente músculo se encargó de moverse rápidamente sobre el sobre-estimulado pezón. Jimin gimió entre espasmos, atrapó mi cabello entre sus manos, dejando algunas hebras entre sus dedos para luego halarlo con fuerza, sentí el tirón de mi cuero cabelludo mientras las piernas de Jimin temblaban.

— Ven acá~ – murmuré tomándolo de la cintura. Lo atrape entre mis brazos, masajeando con devoción su piel, deje que se apoyara sobre el lavamanos mientras me acomodaba entre medio de sus piernas.

Jimin tomó mi mano y la colocó en el bulto que tenía.

— E-Estoy... Muy mojado... Por favor...

— ¿Quieres que te toque aquí? – apreté mi mano envolviendo su miembro con ella. Jimin gimoteo necesitado, entre palabras quedadas me pidió que lo tocara, mis dos manos se encontraron abriendo su pantalón y bajándolos con todo y el bóxer.

—M-Me apretaban demasiado – mi imaginación se había quedado corta a lo que realmente era la belleza de Jimin.

La V que tenía en su vientre y el viril miembro parado me recibió en su plenitud; me invitaba a enterarme en ella y que lo tomará con mi boca y labios, que lo probará, que lo saboreara lo más rápido que pudiera.

— Quiero sentirte mucho más, omega...

—N-No puedo... N-Nooo~ – masajee sus testículos sin ejercer mucha presión, los metí en mi boca uno por uno mientras hacía pequeñas succiones y los acariciaba con mi lengua.

Jimin volvió a tomarme del cabello, tiro de él mientras se retorcía, los sonidos de succión y los gemidos guturales que soltaba Jimin se convirtieron en música para mis oídos. Mi lengua se movió desde sus testículos hasta su glande, trace con ella el recorrido de su vena palpitante llenando todo el dorso de saliva. Baje un poco y subí otra vez, con esa misma constancia y profundidad moví mi lengua absorbiendo el pre-semen que desbordaba de su miembro.

Dibuje círculos alrededor de su glande, hice esos mismos movimientos mientras lo tomaba entre mis manos para masturbarlo, yendo cada vez más rápido en cada mamada.

— ¿Te gusta como lo hago? Responde, Jimin~ – no deje de subir y bajar mi mano mientras lo miraba. Tenía los ojos llorosos y la boca entreabierta tratando de decir alguna palabra coherente, de su boca no salían más que gemidos y yo estoy tan feliz de provocar eso.

— D-Dios... A-Así, mmmh~ M-Me encanta

— Ah~ Jimin bebé.

—¿Q-Que hac-? ¡Aaaah~!

Volví a sumergirme entre sus piernas mientras ejercía cierta presión en el espacio de sus testículos y ano. Mis dedos se deslizaron por su propio flujo y los enterré en el orificio rosado, su caliente músculo me succionó los dedos, los moví repetitivamente mientras llevaba su miembro hasta el fondo de mi garganta. Golpee con mis dedos buscando el punto exacto donde estaba su próstata, su punto de placer.

— ¿Jimin~ quieres algo más grande de mis dedos? – Jimin me miró suplicante mientras su cuerpo se contraía.

En mis pensamientos sólo rondaba la idea de un Jimin siento llenado por mí, con los labios apretados, con el sudor recorriendo su perlada piel, y ese fugaz pensamiento me entusiasmo mucho más. Contornee de nuevo con mi lengua el borde de su rojo glande, Jimin movió sus caderas al ritmo de mis manos hasta que se corrió. Sus líquidos blancos se esparcieron por todos lados, su abdomen y muslos terminaron teniendo esa esencia viscosa en ellas.

— Necesitó probarlo...

Verlo jadeante por su reciente órganos me desarmo, su pecho subía y bajaba en latidos acelerados igual que el mío; lo mire desde ese ángulo mientras le lamía el vientre, llevándome con mi lengua todo rastro de semen, me relamí los labios por el gustoso sabor de Jimin, un sabor tan dulce y adictivo, joder.

Jimin es malditamente adictivo y sensual, mi jodida perdición.

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