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⌈ VII +18 ⌋

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Unos cuantas embestías fueron lo que faltaron para hacer que Jimin se corriera con un tremendo gemido, su semen corrió por mis dedos mientras lo expulsaba por todo el lavamanos, gruñendo y enterrándome más si era posible dentro de él, y me corrí también, Jimin instintivamente bajo la cabeza dejando su cuello y nuca expuesto, no podía resistirme a tan glorioso honor, así que incruste mis dientes en su sensible y erógena piel arrancándole un grito de dolor, lo había marcado.

—D-Duele...

Sentí como el nudo empezaba a crecer en la estrecho agujerito de Jimin, observe con fascinación la marca rosada en su nuca y una sensación de burbujeo por la emoción me recorrió, gemí bajito mientras lamia la marca para ayudar a que cicatrizará. Aun con el tembloroso cuerpo de Jimin entre mis brazos empecé a besar dulcemente cada espacio descubierto de su piel, cada trazo y marca en su espalda, su cuello, mejilla y al final sus labios. Le di una nalgada juguetona mientras lo besaba, nuestras lenguas se unieron en un fogoso beso, una de las manos de Jimin se poso en mi mejilla para que no me apartara y siguiera besándolo.

— Me siento el alfa más feliz de todos, y todo eso lo ocasionas tu, solo tú.

—¿En serio?... Yo... Yo soy el Omega más feliz también, aunque me duela mucho la nuca.

lo seguí con la mirada, detalle la forma y postura completa de su cuerpo, sus piernas esbeltas, su trasero, su espalda, su pecho con sus rosados y jugosos pezones con ese tatuaje adornando su costado, la silueta que forma su cadera con su cintura en forma de reloj de arena, el porte de sus hombros y brazos firmes, sus dedos pequeños y gorditos, su cuello y mentón acompañados de su hermoso rostro lo hacía ver como una escultura hecha por los mismo dioses. No. Él era un jodido dios.

— Me gusto como me tocabas.

— Me gusta tocarte, besarte y recorrer con mis dedos tu piel, pero cuando note ese cuerpo tuyo, tan salvaje y peligrosamente sensual, fue demasiado para mi autocontrol lo único en que podía pensar era en probarlo, recorrerlo con mis labios...

Subí mis pantalones y bóxer por mis piernas mientras hablaba. Aclare mi garganta avergonzado, parecía estúpido que todavía fuera tímido con él cuando habíamos tenido un encuentro tan intimo, pero no podía evitarlo, no cuando mi omega me pone muy nervioso. Baje la cabeza más tímido de lo normal, sentí un cosquilleo en mi estómago como un huracán, un zoológico completo festejando, agarre la camisa y volví a mirarlo, a un Jimin completamente vestido, se veía al espejo mientras arreglaba el enredo que le había ocasionado a su cabello, me moví con mi camisa en mano hasta él y lo bese sin aviso apartándolo del espejo.

Cerré mis ojos al instante disfrutado de la sensación, pase mis dedos por sus hombros descendiendo lentamente por sus brazos mientras nuestras lenguas se daban la bienvenida, mis manos terminaron entrelazándose con las manos de Jimin, las apreté y acaricie sin querer soltarlo, quería quedarme mucho más tiempo en esta posición.

— Necesitaba de esto~ – mi frente recayó sobre la suya anhelando que el tiempo se parará sólo por un tiempo más. Por el lazo Jimin me transmitió fuerza, paz, amor.

Mi omega es el mejor. Estaré bien si lo tengo a mi lado, definitivamente.