Con cierta complaciencia en ello, la chirriante voz les fue dando rigurosas instrucciones sobre lo que, al parecer, iba a ser la vida de todos aquellos durante los próximos días.
¿O tal vez sería más adecuado hablar de próximas semanas, meses o incluso años?
Aquella locura no parecía tener límite definido.
Tocaría ahora relatar a nuestros lectores qué fue todo lo que aquel misterioso personaje les indicó, las reglas de aquel juego macabro al que ninguno de ellos estaba acostumbrado; no obstante, no lo creo demasiado necesario teniendo en cuenta que muchos de vosotros habréis llegado a este fic atraídos, precisamente, por su título; debéis conocer más que de sobra lo que es Danganronpa y en qué consiste esa mecánica.
No me detendré demasiado en explicarlo, y no tengo más justificación que recordaros la época en la que estamos, en la que buscar cosas en Google tiende a ser la panacea en esta clase de problemas.
Bastará, por tanto, con puntualizar que la mecánica era, sobre todo, como la del primer Danganronpa; aquellos dieciséis rehenes estaban obligados a asesinar a uno de sus compañeros sin que nadie más pudiese descubrirlos.
Cada asesinato derivaría en un juicio, en el que todos los allí presentes se reunirían a decidir quién es o deja de ser el culpable.
Aunque no hayáis jugado a Danganronpa ni conozcáis el anime, estoy seguro de que al menos habéis probado el famosísimo juego de mesa, los Hombres Lobo de Castronegro.
La mecánica es, a grandes rasgos, idéntica.
Con la salvedad, eso sí, de que si los héroes fallan en su veredicto, son asesinados todos los inocentes y al culpable se le permite escapar con vida, como premio por su discreto homicidio.
Con mucho más detallismo se lo explicó el señor al otro lado del sistema de megafonía, al que nos referiremos, a partir ahora, como señor R.
Ni qué decir tiene que las reacciones que produjo entre los rehenes fueron la mar de diversas.
En esta ocasión, tal como Junko Enoshima intentó acabar con Monokuma, fue Donkey Kong el que proporcionó un buen puñetazo al sistema de megafonía, creyendo que de aquella manera podía herir, o al menos ofender, al señor R.
Solo sirvió para que nuestro gorila favorito se chamuscase la mano.
Justo después brotó de la nada un nuevo sistema de megafonía justo al lado del anterior.
Todos ellos, incluso Donkey Kong, entendieron perfectamente lo que ocurriría si volvían a intentar volcar su ira contra aquellas máquinas.
Algunos ya se empezaban a resignar a la idea de participar en aquella truculencia.
El lector podrá imaginarse quiénes: Bowser, Bowsy, Fawful, Wario y un más que tembloroso Waluigi.
Las reacciones de los demás eran muy heterogéneas, pero a grandes rasgos se pueden resumir en que todos querían unas palabras con Mario.
La mayoría querían que el fontanero les tranquilizase, y el pobre no tenía capacidad para mantener tantas conversaciones a la vez.
Recordemos que nunca le hemos visto pronunciar una sola línea de diálogo en sus juegos, y que este fan-fic no va a ser una excepción.
Mario empezaba a agobiarse, y no fue capaz más que verbalizar un harto conocido "'¡Mamma Mia!".
Uno de sus amigos, sin embargo, llamó su atención por encima de los demás.
No buscaba consuelo ni tranquilidad, sino proporcionarle información a Mario.
Era Koops.
—¡Mario! —logró balbucear— ¿Has reconocido la voz del señor R?
El fontanero negó con la cabeza.
—Bueno, lo veo lógico. ¡Has luchado contra tanta gente...!
Le lanzó a su amigo koopa una mirada inquisitiva.
—¿Eh? ¿Que si sé quién es el de la voz? ¿No te acuerdas? Porque yo creo tener más o menos una idea bastante clara, aunque no estoy del todo seguro. ¿Me permites hablar un momento contigo?

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Danganronpa: Reino Champiñón
Fanfic16 personajes del mundo de Mario despiertan en un extraño castillo similar al de Bowser. Nadie parece saber cómo ha llegado hasta allí. Muy pronto reciben instrucciones: deberán matar a uno de sus compañeros sin que nadie los descubra para poder esc...