Apostamos siempre por nuestra conexión. Siempre aposté todo, y tú tenías la certeza, el deseo de que acabara. Y ahora soy yo la que está cansada de llorarte. No volverás.
Deseo olvidarte, que los recuerdos de mi piel te olviden. Volver a ser la misma de antes, esa que reía con la estrella de la tarde, la que cantaba a todo pulmón, la que pensaba en escribir todas sus aventuras e ideas.
Te miraré en mis sueños y huiré de ti, porque esto pasa cuando se pierde el vuelo. Dejaré de mirarte en las siluetas y dejar de correr a abrazarte, solo por hacerle frente a mi miedo de perderte.
Y si las mil maneras de quererte no te convencen, ¿por qué me haces falta? Turbas mi alma. ¿Y cómo no lo harías si eres mi todo?
¿Me amaste con todo tu ser?
Miro tu foto y me engaña.
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Escritos sin sentido
RandomSon algunos pensamientos de una chica de 17 años, con una vida promedio. Nada interesante. Ahora 22.