Akuma de Morte. ¦Tomarry¦

III

Harry decidió después del episodio más reciente con Voldemort mantenerse alejado físicamente de la criatura sin ser demasiado insoportablemente grosero. Harry continuó haciendo dulces para la criatura, desde tarta de fresa hasta tarta de ruibarbo, con una mentalidad eficiente y dedicada. A medida que cambiaron las estaciones, también lo hicieron los postres mientras Harry elaboraba cada receta que poseía con una velocidad alarmante. Aunque tuvo suerte, con Voldemort ocasionalmente exigiendo una repetición; de lo contrario, Harry sabía que estaría en problemas para fin de año.

Harry también se aseguró de salir de la casa después de hornear y poner en orden, empujando el plato de postres en el pentagrama con un hechizo y saltando rápidamente. Harry descubrió que era demasiado fácil ser atraído a una conversación con Voldemort; Mientras que el demonio es fascinante, inteligente y conocedor sin comparación, Harry se siente intimidado por el poderoso ser. Se siente atraído por él más allá de lo razonable y, si Harry fuera completamente honesto consigo mismo, se sentía cada vez más cariñoso con el grosero y encantador demonio en su sala de estar. Entonces, en lugar de abordar el problema de frente, Harry se encuentra suprimiendo los sonrojos y escapando de la casa en cada oportunidad que encuentra.

Parte de Harry sabe que una vez se habría sentido completamente avergonzado por su cobardía, pero eso fue antes de conocer a Lord Voldemort. Entonces Harry continúa su feliz camino, se mantiene alejado de Voldemort y todo parece funcionar sin problemas, más o menos.

Eso fue, al menos, hasta tres meses después de su acuerdo.

—Estoy aburrido —suspiró Voldemort cuando Harry le ofreció al demonio un plato de pastel de calabaza con especias a la moda.

—Come tu pastel —murmuró Harry gruñón. No había dormido bien la última semana. Era el aniversario de la muerte de sus padres mañana, un aniversario que a menudo traía consigo no solo problemas sino un dolor de cabeza que ciertamente duraría una semana. Cada Halloween que Harry había experimentado siempre terminaba de una manera: con muchos gritos, casi sin cabeza y un terrible recuerdo para atormentar sus sueños. Divertido.

—¿Estás bien? —Preguntó Voldemort suavemente, de repente junto a la barrera y mirando a Harry con preocupación.

Harry miró a la criatura, a solo unos metros de distancia, y se pregunta por qué incluso se molesta en jugar así. Harry piensa que a parte del demonio le gusta que lo vean como atractivo, amable y cariñoso, aunque solo sea para que sea más fácil manipular a sus súbditos.

—Será el decimonoveno aniversario de tu convocatoria y saqueo de Gran Bretaña mañana —respondió Harry. —¿No vas a celebrar?

Voldemort resopló delicadamente, rodando los ojos. —Ese ... ¿Cuál no es mi momento más orgulloso? Sin embargo, debo decir que habían pasado unos cientos de años desde mi última invocación y que no esperaba tantos cambios. ¿Cómo lo llaman los humanos: la era industrial? ¿La iluminación? Todo muy emocionante — arrastró Voldemort.

Harry miró a Voldemort con las cejas juntas. —¿No es tu momento de mayor orgullo? —Repitió Harry con voz apagada, demasiado entumecido para estar furioso. Voldemort había golpeado a los padres de Harry en Halloween cuando él era solo un bebé de un año, asesinándolos a sangre fría.

Según Dumbledore, quien de alguna manera era la principal autoridad en la historia, Voldemort había asesinado a su padre, James, en el momento en que el hombre abrió la puerta. Luego fue tras Harry. Su madre le rogó que perdonara la vida de su hijo, le rogó a Voldemort que tomara la de ella. Voldemort se ofreció a perdonarle la vida, a cambio de su bebé. Pero ella se negó, así que él la cortó con una alegría despiadada. Luego Voldemort fue tras Harry, y ahí es donde la historia se oscureció, aparentemente todo lo que Dumbledore pudo encontrar.