⚠ ᴄíʀᴄᴜʟᴏ ᴠɪᴄɪᴏsᴏ ⚠

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Agata y su amiga Juliana se encontraban desayunando en su cafetería favorita como lo hacían cada viernes antes de comenzar las clases para charlar sobre sus vacaciones, sus compañeros y sus amores.

Juliana: linda, cuéntame todo

Agata: que quieres que te cuente?

Juliana: que pasó con Joel Pimentel?, todo el mundo se la pasó hablando de ustedes

Agata: nada, no pasó nada. Resulta que nos hemos llevado super bien pero no más que eso

Juliana: osea que nada de nada?

Agata: si, nada de nada, sólo nos besamos pero no había conexión. Él no era mi tipo y yo no era su tipo y ya

Juliana: que lástima, hacían bonita pareja

Agata: tú eres la única que se siente mal por eso, yo estoy perfecta

Seguían conversando de todo hasta que Agata se distrae con un chico que también no dejaba de mirarla

Juliana: amiga, me estás escuchando?

Agata: (reacciona) que sucede? (dice sin despegar su mirada sobre ese chico)

Juliana: oye, a quién miras de esa manera?

Agata: a un dios griego, omg, es perfecto, su cabello rubio, teñido pero rubio igual le sienta bien con esa carita perfecta, esos labios, me esta mirando

Juliana: ya andas de babosa, por qué no le pasas tu número

Agata: cierto, gracias

Toma un papel y un lápiz y escribe su número mientras que el chico pagaba su cuenta.

Cuándo levanta la mirada, él ya se había ido

Agata: se fue, necesito conocer a ese chico, saber su nombre, dónde vive

Juliana: lo quieres conocer o lo quieres encina de ti?

Agata: cállate estúpida (de cariño), si hubieses volteado a verlo se te caía la mandíbula

Juliana: no seas grosera que sabes que tengo razón. Te conozco muy bien

Pagan la cuenta y se van

Agata: como se me pudo escapar?, explícame eso

Juliana: ya niña, calmate. Quizás cuándo menos lo pienses, te lo vuelves a cruzar

Agata: dios te oiga

Continuará