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Zabdiel: (cierra la puerta)  ven, sígueme. Quieres algo de beber?

Ágata: sólo te quiero a ti

Zabdiel toma su mano y van a su cuarto

Ágata: por qué conmigo?

Zabdiel: llevo un mes siguiéndote, a decir verdad te vi una vez y el destino quiso que te siguiera encontrando. He tratado de acercame y siempre estabas con alguien y ahora que te tengo frente a mi no pienso dejarte ir. Quiero conocerte más (le empieza a dar besos en el cuello)

Ágata: sabes, yo sólo te vi en mi cafetería favorita aquel día y no pude sacarte de mi mente

Zabdiel: ya veras (le quita prenda por prenda hasta dejarla desnuda) eres perfecta

Ágata: ahora me toca a mi (le quita el short y el bóxer) y tu eres todo un dios griego

Zabdiel: soy todo tuyo

Ágata: espero que otras manos no te hayan tocado porque no pienso compartirte

Zabdiel: solo tu tienes este privilegio

Se besan con más pasión que como fue en el baño.
Zabdiel de a poco la va empujando a la cama y cae sobre ella sin dejar caer todo su peso.

Se nota que, en cada encuentro, irán aumentando sus ganas de tenerse el uno al otro, de besarse como si no hubiese un mañana porque de ninguna manera van a permitirse no hacerlo ni de dejarse tomar por otras personas.

Sin más, Zabdiel entra en ella de una manera un poco brusca para demostrarle que el será el único en su vida

Ágata: (hace un pequeño gesto de dolor)

Zabdiel: lo siento, solo quiero que te quede claro que solo yo puedo darte placer. No quiero que te enamores de alguien más

Ágata: no lo haré

Sigue embistiendola más fuerte y en cuestión de segundos las paredes y las sábanas eran testigos del concierto que estaban montando. Sus cuerpos vibraban, sudaban. El deseo era más fuerte.
Ahora era ella quién tomaba el control quedando encima de el. Sus movimientos iban de arriba a abajo sin parar

Zabdiel: gatita, eres muy buena

Ágata: lo seré siempre para ti (se acerca y le deja besos húmedos sobre su abdomen)

Zabdiel: (se muerde los labios) baja un poco más

Ágata: sus deseos son órdenes profe (baja sus besos hasta llegar a la zona prohibida)

Zabdiel: hazlo, no te detengas

Ágata: (pasa su lengua por todo su miembro)

Zabdiel: mami, no me hagas desear

Ágata: (introduce una parte y empieza a lamerlo y así una y otra vez hasta sentir el líquido en su boca)

Zabdiel: ahora bésame

Vuelven a besarse y sus ganas no se detenían entonces Zabdiel vuelve a embestirla más fuert

Ágata: dios, me vuelves loca, no pares (enterrando las uñas en su espalda)

Zabdiel: me encanta verte como te ves sudada y pidiéndome más

Y así estuvieron un tiempo más. Algo de nunca acabar. Sus respiraciones se entre cortaban dando por finalizado el acto

Zabdiel: hermosa, gracias. Estuviste increíble

Ágata: y tu me hiciste volar

Ágata hace el llamado a Joel y luego vuelve con Zabdiel

Zabdiel: no quiero que te vayas (vistiendose)

Ágata: yo tampoco pero ni modo que vayamos a la Escuela, bajemos de tu auto, tomes mi mano y todos vean que andamos en algo y el director te cuelgue del alambrado y luego te despida

Zabdiel: eres graciosa

Ágata: creo que ya vinieron a buscarme

Zabdiel: te acompaño pero me escondo detrás de la puerta

Bajan y Zabdiel le da un corto beso en sus labios antes de abrirle la puerta

Zabdiel: nos vemos mañana, gatita

Ágata: nos vemos mañana, profe

Continuará 

   

⚠ ᴄíʀᴄᴜʟᴏ ᴠɪᴄɪᴏsᴏ ⚠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora