Tener secretos n-nos hace débiles

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Ya habían pasado varios días desde la fabricación de los balines, Grace se encontraba sentada afuera de su casa, contemplando el anochecer, frotó las palmas de sus manos para provocar calor en estas.

Las noches en Derry eran muy frías.

Sacó el vapor del cigarrillo de su boca.

Richie Tozier le había enseñado a fumar correctamente.

Solo era ella, el silencio y la oscuridad profunda de aquellas calles. Un brillante globo flotaba por ahí, aunque con el viento que había le sorprendía que este se moviera tranquilamente. Sin prisas. El pánico la estaba poco a poco consumiendo, no tenía miedo, tenía desesperación, el cuerpo se le congelo por unos instantes, cuando por fin pudo moverse apagó rápidamente el cigarrillo y se levantó de las escaleras, colocó su mano en el picaporte sin despegar la vista en aquel globo, Giró rápidamente para entrar a su casa, pero, algo andaba mal, esa no era su casa.

¿Serán pesadillas?

Su propia pregunta no la podía responder, aunque ella juraría que estaba despierta, la oscuridad consumía aquel lugar, donde parecía más un cuarto, a pasos torpes se apoyó en una pared, al tocar esta sintió papel, como cuando pegan carteles de niños perdidos en todas las paredes de Derry hasta tapizarlas por completo, con la poca visión vio que eran dibujos pegados, dibujos de arcoíris con unicornios por todos lados, reconoció perfectamente que sitio era ese.

Su habitación antes de que sus padres ''murieran''.

Una pequeña luz se encendió, se vio allí, cuando solo tenía 9 años, tenía miedo, estaba envuelta en las sabanas de su cama, pero tenía miedo, tocaron la puerta, un hombre de 37 años se adentró a la habitación.

Ella tuvo la sangre de ese hombre años después.

Se acercó lentamente a la pequeña Grace mientras esta sollozaba, ya sabía lo que ocurriría.

El señor que en ningún punto de su vida lo llamo tío por cuenta propia toco lentamente sus piernas, subió su mano hasta las caderas que en ese tiempo no se encontraban formadas, la pequeña Grace suplico que no lo hiciera, la Grace mayor no podía moverse, el señor de un tirón le quito la pijama de rayas que su padre le había regalado en navidad, dejándola solo en bragas, ella pataleo pero él era más fuerte que ella, su sonrisa se ancho dándole temor a la pequeña. Sucedió otra vez, como ya habían pasado miles de veces antes, el la besaba como si su juguete sexual se tratase, la desnudó e hizo lo que tenía planeado desde un principio al abrir la puerta.

Alcohol más un tío urgido no eran buena combinación, menos si los padres de la pequeña no se encontraban ahí.

Unos ojos brillantes se asomaron debajo de la cama de la pequeña Grace junto a una risa, muy blanca que brillaba en la oscuridad, los ojos de Grace se dilataron, al momento donde el tío le quitaba con rasguños la ropa, estos se quedaban marcados en el cuerpo de la mayor Grace. Vio sangre, mucha sangre, sintió que en cualquier momento se desangraría ahí, en ese lugar donde no podía distinguir de la realidad, cerro sus ojos, sintió como cayó al suelo seguido de eso un zumbido en su mente.

[[...]]

–¿Creen que despierte?–una voz chillona se hizo presente

Grace sintió un tipo trapo húmedo viajar por el área de sus senos, esto le alarmo y se levantó rápidamente para ver lo que ocurría.

Estaban todos en la sala de Grace, había un chico que conocía pero eso no le importaba.

–¿Qué mierda hacen?–preguntó mientras intentaba taparse el pecho con los cojines.

L I E S-  THE LOSERS CLUBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora