CAPÍTULO NUEVE

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"¿Y bien? Jungkook dijo parándose frente al escritorio de Tae. "¿Terminaste?"

"Por supuesto" Tae dijo sonando seguro de si mismo, aunque en realidad se estuviera muriendo de nervios por dentro.

"Llévalos a mi oficina entonces"

Y Taehyung tomando los papeles, lo siguió suspirando.

De tantas veces que Taehyung había entrando a la oficina de Jungkook, casi podía imaginársela.

Sabía que tomaba unos diez pasos cortos llegar desde la puerta hasta el escritorio, que si doblaba a la derecha había una mini nevera con bebidas frescas, pero en su mayoría llena con cajitas de leche sabor a banana (algo que Jungkook supo confesarle con vergüenza), y que si doblaba a la izquierda se toparía con un sofá esquinero donde justo en frente había una mesita de café y más allá dos pufs en forma de pera que Jungkook presumía eran demasiados cómodos y que Taehyung se moría por probar.

Sí, podría decirse que Taehyung había aprendido perfectamente como hacer el recorrido para no chocar o tropezar con nada.

Es por esto que hasta el día de hoy, Tae no encuentra explicación lógica a lo que pasó.

Él sólo estaba dejando los papeles en el escritorio, cuando de repente tropezó con la silla y por instinto se aferró al escritorio con ambas manos para evitar caerse. Pero al hacerlo sintió como se volcó alguna bebida que Jungkook tenía en su escritorio, mojando así los papeles que había dejado caer.

De un momento a otro, todo pasó de ser un caos a quedar en completo silencio.

Inmediatamente lágrimas se acumularon en sus ojos y se odio por ser tan sensible, no podía creer su mala suerte. Él no quería moverse, tenía miedo incluso de respirar.

¡Estúpido, estúpido, estúpido!

Jungkook iba a matarlo, estaba seguro.

"Lo siento, lo siento, lo siento" Taehyung comenzó a disculparse una y otra vez, no queriendo que Jungkook le gritara. "No quise-no lo hice a propóstio, lo juro. Debería haber tenido más cuidado, lo sé pero..."

"¡Pero no puedes!" Jungkook terminó por él. "Y no sólo acabas de mojar todos los papeles que necesitaba para esta tarde, sino que también acabas de arruinar mi camisa blanca favorita"

Taehyung tragó saliva, estaba acostumbrado al Jungkook que le gritaba, pero este todo sereno y calmado le ponía los nervios de punta.

"Lo siento, por favor" suplicó "Voy a pagarte la camisa y..."

"¿Sí?" preguntó aún con ese tono bajo "¿Y con qué dinero? ¿Con el mío? Porque hasta ahora no he visto que hayas hecho nada como para merecer tu paga. Y aún así tampoco podrías permitírtelo.

Dolía, sus palabras le dolían mucho.

"Lo sé, sé que no soy el mejor y nunca podré serlo. No puedo ser el más rápido, ni el más cuidadoso o el más detallista, pero lo estoy intentando. Estoy poniendo todo de mí"

"Aún así no es suficiente"

"Entonces" Taehyung dijo en voz baja "¿Qué es lo que quieres de mí?"

"Ya sabes lo que quiero" Jungkook respondió con el mismo tono bajo que el suyo.

Se quedaron en silencio.

"No puedo" dijo después de unos momentos. "No puedo renunciar, necesito el trabajo"

Cuando Jungkook no dijo nada, Tae prosiguió.

"Si tanto me odias y quieres que me vaya, despídeme tú" y con eso salió de la oficina, por fin dejando caer las lágrimas que estaba conteniendo.

All The Light We Cannot See (KOOKV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora