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Déjame ver todas las cosas como ayer  

Muéstrale que no tiene nada que perder

Puede estar contento para siempre
Si no se entera de nosotros otra vez

Cuando Jungkook despertó, su esposo se encontraba a su lado al otro costado de la cama matrimonial cubierto hasta la cabeza en las sabanas.

El castaño se acercó hacia él y levantó las mantas que cubrían el cuerpo del rubio para tomarlo de la cintura y atraerlo a él.

Jimin se acomodó en su abrazo para seguir durmiendo tranquilamente, sin notar que detrás de él, Jungkook lo miraba fijamente.
Pasó su nariz por el pelo del rubio captando una fragancia ajena, un perfume distinto al suyo y el propio de su esposo.

Sus dedos se movieron ágiles por la espalda del rubio hasta llegar a su cuello para tocar con un dedo el lugar. Acarició la piel una y otra vez hasta notar que el maquillaje se corría dejando a la vista marcas y pequeñas mordidas.

Esas marcas no eran de él. 

Su respiración se cortó. Inhaló profundamente intentando regular la rabia que bullía de nuevo por su cuerpo. 

El menor sabia que Jimin a veces tenia amantes, él también los tenia, pero había una gran diferencia entre que se revolcara con alguien y a las horas se acostara de nuevo con él.

Dejó al rubio en la cama y con una expresión vacía abandonó la habitación.

Cuando bajó las escaleras se encontró con una de las empleadas de la casa la cual le avisó del desayuno ya preparado. El castaño asintió encantador y se dirigió al amplio comedor.
Sentado en este vio como su amigo llegaba de quizás donde.

-Buen día señor Jeon.-
El aludido sonrió escuetamente para perderse en sus pensamientos nuevamente.

Namjoon sintió la tensión del ambiente y quiso tantear que tanto peligro había entre ellos.

-¿En qué piensas?.- sonrió forzadamente mientras tomaba la cafetera y se servia una taza.

-Jimin me engaña.-
Namjoon tuvo que tomar mejor la taza en sus manos y dando un pequeño sorbo a esta, habló casi sin emitir alguna emoción en su voz.

-¿Por qué piensas eso?.-

El castaño sonrió.

-No lo pienso, lo sé. Ambos lo hacemos...pero hace tiempo habíamos llegado a un acuerdo, ninguno volvería a estar con alguien más.

Namjoon guardó silencio unos segundos antes de contestar.

-Tú fuiste el primero en romper ese acuerdo...deberías pensar-

El pelinegro detuvo su charla cuando Jungkook golpeó la mesa con el puño.- Jimin debería estar agradecido que lo perdoné la primera vez y que no encontré al bastardo con el que se revolcaba.- respiró intentando regular su voz para seguir hablando con Namjoon.- El único perjudicado al final es él. Maldito desgraciado...lo mataré...- el castaño intentaba contener la rabia que nacía desde lo profundo de su ser pero no había nada más que hacer, debía corregir a su esposo.-

Miéntele (Nammin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora