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Formularios, malditos formularios. Odio verlos, que me los entreguen junto a un lápiz de mala calidad, desechable. Odio las caras de las recepcionistas, mas bien, odio todas las personas que simulan ser cordiales. No puedo sonreirle de vuelta a una sonrisa falsa. Odio firmar, poner mi nombre, especificar mi genero ¿Mi orientación sexual? Honestamente, no sé, creí que me gustaba mi mejor amiga pero creo que ella era muy buena para hablar y yo muy buena escuchando. Pero eso no es amor. Ojala tuviera una idea de como se siente. ¿Para que quieren saber mi edad? ¿Para que estoy aquí? Yo también me lo pregunto, he estado yendo y viniendo del hospital psiquiátrico desde los... 10 años. No esta chevere, mi madre le decia a mi familia que iba a estudiar con becas en el extranjero. Mis primos me consideraban misteriosa por haberme visto como 4 veces en los 18 años que acabo de cumplir de vida. Supuestamente es intratable, pero tengo mis momentos. No me ha ayudado para nada en mi vida academica, con dificil avance pude completar algunos cursos despues del diagnostico pero despues todo se volvio turbio. Ni mi madre, ni mis hermanos ni amigos saben realmente como funciona mi cerebro, así que tampoco tenian menor idea de como ayudarme. Y los centros mentales, tampoco es que hayan sanado a alguna persona. (Si quieren googleenlo, no han curado a nadie nunca) pero al menos ahi podia descansar cuando las cosas en mi mundo real se ponian turbulentas. Muchas pastillas en el cuerpo y a dormir. Despertar sin saber que hora es, terapia de grupo, comida, baño, actividades, comida, a dormir. Pero a los 16 tuve la recaída mas fuerte que recuerdo, por lo que llevo mis ultimos dos cumpleaños aca adentro. Así que por dentro estaba emocionada, me habían considerado capaz nuevamente de llevar una vida normal. Termino el último formulario. Le sonrio honestamente a la recepcionista que lo recibe. Ella solo se voltea y lo escanea. Me doy media vuelta y siento el aire de la calle golpearme la cara. Son los últimos días de verano, pero hay unas hojas cafés en las calles. Me acomodo la mochila y camino hacia afuera. Veo rápidamente el auto de mi mamá, sola. Recuerdo a mis 4 hermanos. Pero ninguno esta con ella. Me sonríe y camina hacia mi, Siento que no sabe que decir. 

-¡Estas más delgada!- No se esforzo mucho. Me abraza pero yo no puedo corresponderle, olvide como. Subimos pero ninguna dice nada. He pasado por esta situacion más veces de las que me gustaria. Muchas bienvenidas orginazadas que en dos semanas se anulaban con mis decaidas. Ya nadie queria venir a buscarme con globos y peluches. Mi mamá siente la necesidad de darme una explicación.

- Klaus esta en su trabajo. Klara y Kami estan en clases y Ron... bueno. 

- Está bien. No tiene que perdonarme.

- Cumplió 13, no puede seguir actuando como un niño- dice mientras dobla para estacionarse. Hemos llegado a casa.- Hay una cosa que no te dije cariño. 

- No me sorprende.

- No seas así. Esto es importante, hay alguien que debes conocer. 

Bajamos del auto. No quiero pensar en quien es. ¿Un padrastro? Imposible. ¿Hermano perdido? Poco problable pero no descartable. No tengo idea. Ya casi estamos en la entrada. ¿Sera bueno? ¿Extremadamente malo? Mi mamá abre. Entramos, y sentada en la sala. Una mujer joven con un vestido rosa y un bebe envuelto. La miro con intriga. Jamás la vi en mi vida ¿Es una vecina? ¿una doctora?

- Cariño, ella es Rose. Y el Ángel en sus brazos, es Travis. Tu sobrino.

Siento un pito en mi oreja, suelto el bolso que tengo mi hombro. ¿Mi que?

- Hola Karlie - Me da una sonrisa mientras se acomoda el pelo en la oreja, es rojizo y ondulado, parece una maestra de jardín de niños, con la cara redonda e infantil. Delgada para haber sido madre recientemente. Yo no sé que decir.

-¿Porqué Klaus no me dijo nada?- Estoy impactada y me duele que la persona en que mas confió no me haya contado que tenia novia y un hijo.-¿Por esto no iba a visitarme? - no puedo sentir nada mas que rabia y desilusión. Por un estupido bebé. "Rose" me mira y no sabe que decir. Probablemente mi hermano le dio la charla de "es complicada tenle paciencia" como si yo fuera un mapache sin domesticar. Todo me da vueltas. Solo pienso en subir a mi cuarto y tirarme en la cama. Pero claro, yo, soy yo. Así que cuando abro puedo ver todo mi cuarto, remodelado con cunas, color verde mente, juguetes y cajas de pañales. Mi mamá venia subiendo con mi "cuñada" pidiendole perdon por lo que yo dije. 

-¿Que es esto?

- Eso te iba a decir cariño, tuvimos que... hacer unos cambios. 

- Increible. Ademas de embarazarte en menos de un año tambien te colgaste en la casa.- Me arrepiento de inmediato, pero no puedo retroceder mis palabras. Mi mamá me mira con desilusion. No me importa, yo no empece. - ¿Me puedes decir donde voy a dormir? - No puedo con la rabia, pero es todo acumulado, más de un año de mentiras, falta de respeto y desconsideranción. 

- Te preparamos la pieza de invitados...

La pieza de invitados ¿Para la hija legitima? no puede ser cierto. Pero así es todo. Mi verdadera molestia viene en que después de todo lo que me ha hecho mi madre tendria que regalarme la casa entera, pero sigue menospreciandome. Bajo a la pequeña pieza de invitados en el primer piso, junto al cuarto de cosas de aseo. Veo como mi antigua cama no cabria así que tengo una pequeña, con un cobertor que solia usar cuando era muy pequeña. Apenas cabia un pequeño velador y un closet con ropa muy vieja que ya no usaba nadie. ¿Donde estaran las cosas de mi padre? Dejo mi bolso en la cama y veo una vieja repisa con osos de peluche. Mis antiguos cuadros y fotos sobrecargarían las paredes de este espacio asi que solo me enfrento a cuatro paredes vacias. Al sentarme en la cama. Veo a mi hermano pequeño asomarse. La verdad, desconocia como lucia actualmente, pero no imagine que pudiera cambiar tanto en tan poco tiempo. Estaba mucho más alto, no se peinaba el cabello corto hacia arriba y usaba ropa deportiva. Tengo que mirarlo mucho para adaptarme a su nueva apariencia. El no quiso ir a verme. Recuerdo que me odia. Nos miramos, el tambien me sobreanaliza. Busca en mi algo que le genere rechazo. Yo tambien he cambiado. Abre y camina hacia mí, solo se sienta en la cama. Me muero por abrazarlo. Me muero si no lo abrazo. Pero me contengo y me salen lagrimas en silencio.

- Les dije que no lo hicieran. Esta habitacion huele a orina. - Su voz es mas ronca pero la distinguiria en cualquier situación. 

- Tu no te acuerdas porque eras muy pequeño, pero tio Klous durmio aqui borracho desde el 2004 hasta el 2011. - Ambos reimos, por primera vez me siento en casa. Me choquea un poco ver cuanto ha crecido. Realmente no es un niño, no puedo imaginarme lo dificil que fue para él. Quiero salir a fumar un cigarro pero no quiero alejarme de él.

- Pensé que ya no ibas a volver más.

- No te ilusiones, dame unos días. 

Me mira con una sonrisa y me abraza, nada comparado al niñito de 11 años que tuve frente a mi, hace tan poco tiempo. Todo cambio aquí, menos yo. Es imposible no sentir nostalgia.

- Es muy dificil sin papá- dice tan bajito. Que me transporta a la sala del hospital, me siento tan pequeña, arrodillada bajo una silla. No sabia donde estaba mi mamá o el resto de mi familia. Apretaba muy fuerte los ojos, convenciendome que esto no era real. Klaus me encuentra, miro su cara roja e inchada. Su enorme mano me toma de la muñeca, me siento mas pequeña aún. Le grito que me suelte, que no me consuele. No quiero que lo haga porque significa que es real.

- Karli, escuchame. Te necesito.- Luego todo es borroso. Me asociego. 

- Lo sé Ronnie.- Lo apreto en mis brazos. 

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⏰ Last updated: Aug 30, 2019 ⏰

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diary of a depressionWhere stories live. Discover now