Ethereal | ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ

T w o; goodbye.

Las cosas no fueron en su totalidad malas para los siguientes dos días que fueron los que seguí en esa casa. La rutina que los chicos tenían era fácil para adaptarse. Mientras que unos salían por horas en el día, por la noche otros salían. Desconocía la razón de sus salidas y la verdad es que no me interesaban del todo, igual era un poco obvio y no era mi problema. Yo permanecí todo el tiempo en la casa, ayudaba en las cosas que Seokjin me decía y eso estaba bien.

Hasta que llegó la tercer noche.

Todos nos habíamos ido a dormir. Menos Yoongi, él se había perdido unas cuantas horas más temprano luego de discutir con Jungkook, según lo que logré escuchar -y no porque sea cotilla, si no porque lo hicieron cuando estábamos por cenar- Min quería ir un lugar, pero el menor le decía que era una locura, pues parecía un obsesivo. Al mayor no le gustó el comentario, pues salió a toda prisa de la casa y no volvió. Hasta altas horas de la madrugada.

Como me pasaba desde tiempo atrás, yo me encontraba despierto y había bajado por un poco de agua, cuando lo escuché llegar. Si bien me asustó un poco el ruido que hizo al abrir la puerta, no quise moverme de mi lugar hasta que él se subiera por su cuenta a su habitación o como mínimo cayera inconsciente sobre el sofá. Aunque por la manera en que se tambaleaba algo me decía que la segunda opción era más segura en ocurrir. Mordí mi labio inferior para que mi sonrisa no crezca tanto cuando él hizo exactamente lo que pensé.

-Mierda -gruñó en el momento que cayó al sofá. Después un sonido grotal, como un ronroneo se escuchó salir de su garganta.

Solo bastó ese sonido tan mundano para que yo sintiera un vértigo por todo mi vientre. Me quedé callado, sin hacer ruido en mi escondite. Quise observar a ese ser en ese estado. Pues solo se la pasaba ronroneando y chasqueando la lengua. Para ese punto no sabía qué tan loco estaba yo por seguir ahí, si alguien me atrapaba... no, si él me atrapaba, estaba jodido.

Entonces, cuando ya estuve próximo a irme hacia la habitación, aparentando no haber prestado atención a su persona, él hizo lo que menos esperé. Sus ligeros gimoteos comenzaron a hacer eco en la vacía estancia. Eran sutiles y roncos. Tragué duro. 'Él no se estaba tocando a sí mismo, ¿verdad?

Su maldición en el momento que el sonido de su bragueta siendo bajada me dio la respuesta. Maldición, ¡se estaba tocando y yo estaba aquí!

Me di cuenta que estaba más que perdido. Podía quedarme y escuchar la manera en que un chico se masturbaba, en un intento patético de no morir por haber estado en el lugar erróneo en el momento erróneo, o podía aparentar estar llegando y hacer la escena un poco vergonzosa. Cual sea la situación, me dejaba muy mal parado.

Así que me quedé. Escondido detrás del pilar que dividía la estancia con el comedor.

Con un ligero rubor en las mejillas, yo, Park Jimin, escuché a la única persona que parecía odiarme en esta casa, Min Yoongi, masturbarse a altas horas de la madrugada con él estando ebrio como una cuba.

Me sentía mal estando aquí.

Pero solo porque estaba comenzando a sentirme culpable por el cosquilleo que molestaba en mi vientre, el cual descendía hasta mi miembro, en pequeñas y placenteras pulzaciones.

No, no, no. Eso estaba mal. Él estaba teniendo un momento íntimo, yo no podía simplemente masturbarme a posta de él. ¿Qué tal si me llamaba marica? No. Definitivamente no. Tenía suficiente con mis padres como para que alguien más me llamase de esa manera solo por mi estúpida horientación sexual.

Me cubrí la cara con las manos en el momento que las pulsaciones se hacían más notorias. No puedo creer lo que estás a punto de hacer, Jimin. Intenté ignorar aquella molesta voz en mi cabeza mientras pasaba mi mano por sobre mi pantalón de chandal. Maldije una y otra vez mentalmente. Para.