❴ 𝓛𝓪 𝓑𝓪𝓲𝓵𝓪𝓻𝓲𝓷𝓪 𝓭𝓮𝓵 𝓡𝓮𝔂 ❵ ❡ 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐌𝐢𝐧

Ø5: Arriesgarme

El rey no para de lamer el cuello de Jimin, succionando y dejando chupones rojizos, haciendo un manojo de suspiros entrecortados al omega, quien es ajeno a toda sensación nueva, nadie jamás lo había tocado así.

Pero no es el mismo rey quien controla su cuerpo, es la bestia que gobierna su estado subconsciente, la escencia del omega lo tiene vuelto loco, quiere tomarlo, quiere marcarlo.

Pronto el alfa levanta el vestido del chico, lamiendo y chupando su pezón mientras con su diestra toca el otro pezón rosado y erecto.

Jimin se mantiene quieto, agarrándose entre manos temblorosas a la almohada que yacía debajo de su cabeza.

Si se resiste, ¿Lo asesinará?, No lo sabe y no piensa descubrirlo.

No sabe qué hacer, desconoce tantas caricias, tantos besos, no quiere que pare, comienza a sentirse bien, demasiado bien.

–¡Aah!– grita cuando Yoongi lo sorprende mordiendo y tirando de su pezón. Entonces comienza a sentir miedo cuando algo húmedo y pegajoso sale de él y empapa su ropa interior. Siente incomodidad y a la vez vergüenza. Su madre le dijo que cuando eso pasara, sería un omega completo, su celo comenzaría y un alfa le tomaría.

–Omega, mío.– Jimin se estremeció por la voz de mando del alfa, pero no es una orden, no te insista a ser sumiso y tener miedo, es todo lo contrario, lo está aceptando como suyo, lo está deseando y rogando porque sea del alfa, de él.

Las grandes manos del rey bajan a tomar las piernas del menor, separándolas con suavidad y el omega perdido en esos ojos que parecen brillar en la penumbra, cede ante todo. Sus tersas y suaves piernas color canela son mordidas, la cabeza del rey está entre sus muslos, oliendo ese aroma dulce y virgen que emana la cavidad anal del chico.

Y se siente extremadamente eufórico, porque él lo está eligiendo, está reaccionando a todo lo que le proporciona sus manos, su cuerpo, su ser entero.

–Alfa...– el omega lo llamó, extendiendo sus delgados brazos en su dirección. –No es suficiente, alfa...

El hombre procede a quitarse las estorbosas prendas, quedando igual como la anatomía más pequeña, que aplasta con levedad su fornido y tonificado cuerpo.

Se besan por primera vez, y con sólo eso sienten que pueden alcanzar las estrellas con las punta de sus dedos.

El rey chupa su lengua y después lo vuelve a besar, sus labios se presionan en un contacto duro y excitante, duraderos que a ambos le hacen ponerse más calientes.

El sudor baja por sus cuerpos, mientras Jimin atrae de la nuca al alfa, tomando la boca contraria con total inexperiencia, pero tiene un buen guía que le hace seguir el ritmo tosco y fuera de sí.

Sus uñas se pasean de ida y vuelta por los omóplatos, a veces con suavidad y a veces con rudeza cuando Yoongi embiste y frota ambos miembros duros y goteantes de presemen.

–Mi alfa, ah~– el omega se frota en dl cuello blanquecino del otro con la única intención de impregnarse de su aroma, mientras sus piernas se aferran a la cadera ajena, exigiendo más. –tómame por completo.– ante la atenta mirada de su amante, el alfa lleva sus dedos al anillo virgen y goteante en lubricante, frotando alrededor para mojar sus dedos. –Uhmm... S-Se siente... Se siente m-muy bien– el primer dígito ingresa, arrancándole un respingo ante un leve pinchazo de dolor, el alfa se detiene, una mirada penetrante se posa en su omega. –Sigue alfa... Estoy bien.

Tras el tormento para el rubio, su entrada estuvo lista para recibir el duro miembro de su rey. Él fue ingresando, gimiendo ronco al sentir lo apretado que aún estaba, sosteniendo las piernas a cada lado de su cadera.

Las lágrimas escurrían de los ojos esmeraldas, mordiendo y torturando su labio inferior entre sus dientes, dolía. Incluso pudo sentir como si rompían algo en su interior, desgarrándolo.

Pronto sus sollozos alertaron al alfa, éste se inclinó para besarlo e intentar distraerlo del sufrimiento que le había ocasionado sin ninguna intención.

Después de algunos minutos, el omega le dió el pase libre para que comenzara a moverse, de adentro hacia afuera, eso movimientos fueron provocando un sin fin de jadeos y gemidos en el menor.

La satisfacción era indescriptible, ambos se sentían tan bien, estaban creando su propio paraíso, su propio cielo.

Pero querían más, querían alcanzar ahora el infierno, querían fundirse y quemarse por la lujuria y el placer.

El rey salió del chico, con suavidad lo colocó con el pecho en el colchón y levantó su suave y apetitoso culo.

Ingresó de una.

En esa posición llega más profundo, Jimin abre los ojos exaltado, siente como si el aire se fuera a escapar de sus pulmones, sus rodillas comienzan a debilitarse y la sensación de su columna apunto de quebrarse le provocan algo de terror. Yoongi se mueve hacia el frente, tocando ese punto que hace delirar al niño. –¡No...! ¡Ugh... P-Para!

–¿Por qué?– exigió saber, inclinándose y olfatear detrás de su oreja derecha.

–Ah aha... Me... Me siento e-extraño– la primera embestida le hace sacar todo el aire, al mismo tiempo que un gemido ahogado.

Se escuchó una risa glutural, complaciente. –Se siente tan bien omega... Tu interior es tan exquisito.– ve las nalgas del chico, más específico la unión que hacen ambos. Comienza a salir y entrar, los gemidos agudos de su amante son música para sus oídos. –Te sientes bien... ¿No es así?

–S-Sí~– dice con dificultad, su frágil, sudado y caliente cuerpo lleno de chupetones y mordidas siendo sacudido de arriba a abajo.

–Jamás me había sentido tan bien.

El omega sonrió sintiéndose totalmente satisfecho tras esas palabras, eso significaba que ni siquiera su club de fans le había hecho sentir tanto placer. –¿Ni siquiera Taehyung?

–Sólo tú, mi omega.– confesó con sinceridad, moviéndose en total frenesí, queriendo llevarlos a la cima, alcanzar un verdadero orgasmo y más de ellos.

Lástima que sólo sus instintos estuvieran conscientes y no los humanos, al día siguiente, ninguno de los sabría lo que sucedió esa noche.

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