❴ 𝓛𝓪 𝓑𝓪𝓲𝓵𝓪𝓻𝓲𝓷𝓪 𝓭𝓮𝓵 𝓡𝓮𝔂 ❵ ❡ 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐌𝐢𝐧

Ø2: Tiene que demostrar



Yoongi se arremangaba las mangas de su pulcra camiseta, la coronación hacía una hora que había terminado y por fin había podido descansar de tantas reverencias, víboras y demás indulgencias frívolas.

Ahora lo único que le interesaba, era tener a ese omega en su presencia, observar la belleza que poseía aquél ser tan magnífico.

Un toque delicado se escuchó tras la puerta. –Adelante.– habló con una voz ronca.

Por aquella puerta pasó Taehyung, con la cabeza gacha y tomando la mano de aquél bailarín. –Como me ordenó majestad, aquí lo tiene.– miró los ojos verdes del chico, notando una pizca de miedo y tristeza, y sintió lástima por él, al igual que un dolor en el pecho al saber que el rey se había interesado como nunca antes, por alguien que no es él. –Me retiro, con su permiso majestad.

El rey asintió y con una última reverencia el menor de los tres se marchó.

Sus ojos azules y tan profundos como el mar Caribe iniciaron un escaneo total, los ropajes del chico aún le seguían pareciendo extrañas, pero al mismo tiempo provocaban una sensualidad en el portador. Sin embargo, a él y a su lobo no les agradaba del todo que su mirada estuviera en el suelo, triste y temeroso mostrando sumisión.

–¿Cuál es tu nombre?.– preguntó al fin, obteniendo aún más silencio. –¿Eres mudo, quizá?

El rubio negó cabizbajo, para después enfrentar la mirada del otro. –Park Jimin.

–¿Tu edad?

—15 años.

El rey caminó hasta pararse a unos centímetros de él, deleitándose con la fragancia a flores y canela, que muy pronto comienzan a liberar agrias feromonas de tristeza. Un extraño sentimiento surge en su pecho al ver varias lágrimas rodar por esas mejillas sonrosadas. –¿Por qué lloras, te sientes mal?– intenta tocarlo, pero el menor da un paso hacia atrás, totalmente cohibido y alerta de cualquier peligro.

–Usted...– comienza, limpiando con agresividad sus ojos, quitando las gotas saladas de su lindo rostro y mostrando ahora una expresión repulsiva. –¿Estaría feliz si su pueblo es arrasado, destruido, y usted fuera separado de su familia y sometido a ser el obsequio de un soberano cruel..., Ser un esclavo?– el rey no supo qué decir, más el silencio habló por él. –Entonces no haga preguntas tan obvias y estúpidas.

Taehyung había estado tras la puerta, escuchando todo, tragando duro al oír aquella contestación tan grosera, sorprendido. Pero más, al escuchar como el rey ordenaba al gitano quedarse en la habitación, mientras él salía de ella colérico marchándose de allí, y el rubio menor se escondía en las cortinas de las enormes ventanas. Era la primera vez que el rey no mataba a alguien por osar retarlo o siquiera alzarle la voz e insultarle.

Todo parecía estar de cabeza.