"El hombre cree que el mundo está rebosante de belleza, y olvida que él es la causa de ella. Solo él le ha regalado al mundo la belleza; aunque, lamentablemente, se trate de una belleza humana, demasiado humana... En el fondo el hombre se mira en el espejo de las cosas y considera bello todo aquello que le devuelve su imagen. El juzgar algo «bello» constituye la vanidad característica de nuestra especie. Nietzsche
Para empezar la belleza se define como una Cualidad de una persona, animal o cosa capaz de provocar en quien los contempla o los escucha un placer sensorial, intelectual o espiritual. Para la belleza se define en distintos tipos, ya que, comúnmente hablamos de ella y conocemos diferentes significados como los términos bello, bonito o feo, y en muchos casos nos dejamos influenciar de ellos y seguramente lo asociamos con algo que podíamos decir de los objetos, de las imágenes, de las sensaciones y, por supuesto, de las personas que entonces nos rodeamos. Tenemos un concepto de lo que en realidad conocemos y percibimos, que es la belleza física, y esto a través de la vista, pero ¿Qué la diferencia de la que no vemos?
Desde que somos niños la mayoría de los relatos infantiles están diseñados para que nos identifiquemos con el príncipe o la princesa, que deben superar ciertas pruebas y vencerse a sí mismos para lograr al final quedarse el uno con el otro. Y así lo tomamos como ejemplo estereotipado de nuestra niñez, pero no solamente cuando somos niños nos dejamos influenciar de un estigma físico si no que aun cuando somos adultos nos importa demasiado nuestro aspecto físico, pero no todo es culpa de los aparatos tele comunicadores que nos tratan de vender una imagen, si no que por el contrario, para decirlo de una manera más directa: la historia de lo bello es la historia de cómo nosotros hemos configurado en nuestro campo de experiencia y de percepción lo bello y, por supuesto, lo feo. En un mundo de las pasiones que involucran hoy en día afectos tan profundos y determinantes como la vergüenza, el miedo o el asco. Cuales sean los criterios con los que lo bello y lo feo aparecen, depende del nivel de discusión que queramos demarcar, no solamente porque la filosofía lo exige, sino porque es claro que, en cualquier ser humano reside la capacidad para juzgar lo bello, así como lo feo; y es justamente por la vía del placer y del displacer que ello se hace presente. Qué profundo resulta un campo como la palabra sobre lo bello y cuan vano, cruel y hasta ingenuo, resulta en muchas ocasiones, sentimos que tenemos la razón suficiente. Para pensar que algo es bello o no, simplemente por la afección que nos suscita La "belleza" en no solamente en siglo XXI es importante, si no que desde ya desde hace mucho tiempo el ser humano le ha dado un gran importancia a este término y lo que conlleva este.
¿Así que en este mundo de estigmas cual es la importancia del ser?, La belleza es definida por la sociedad, lo nuevo es innovador por lo tanto, despierta asombro y curiosidad en el humano; lo cual, lo atrae a querer saber más. A medida que pasa el tiempo se van asociando colores, olores y formas a los que se les va asignando significados sentimentales, como es el caso de los diamantes; es así que antes de la revolución industrial no existía la famosa tradición de dar argollas con diamantes para el matrimonio, ésta fue inventada por una joyería para vender diamantes puesto que su valor en realidad es muy bajo y hay montones de ellos, pero nos hacen creer que valen la pena su costo, dada su belleza; antes no costaban tanto pero a medida que se le fue dando valor sentimental éste se empezó a ver más bello y en consecuencia, costoso y para algunos, hasta inalcanzable.
En conclusión la belleza en si es subjetiva, somos seres racionales y nosotros mismos podemos darle el significado al mundo y así mismo, a la belleza, no hay que dejarse crear por estereotipos o estigmas que crean un estímulo de que el mundo así no se preocupe de lo que en realmente vale, si es ser humano quiere belleza, que la cree él mismo, porque si no se ama no es capaz de querer a nadie, el mundo ya en si está muy contaminado para que se le sume la atadura del cataloga miento de costo, además de que son se nos tiene que olvidar que los costos son para los objetos, somos seres humanos y no debemos ser catalogados porque nunca en realidad vamos a ser capaces de definir cuanto puede llegar a valer alguien más, nosotros mismos sabemos cuanto valemos y eso es suficiente. La belleza se mide en si en como es el ser, como lo catalogamos, esa es la verdadera esencia, si el mundo quiere catalogar lo lindo, pues que se fortalezca en si como podría llegar a ser un buen ser humano.
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el caos en el silencio
Randomun libro mas un libro menos a quien le va a importar. si quieres armar controversia en tu cabeza bienvenid@ eres de l@s nuetr@s ya que aquí tu opinión vale, tu punto de vista se tendrá en cuenta, porque de eso se trata este libro de opiniones que...