my sugar daddy.

Capítulo 8: Confianza

JENNIE POV

Los rayos del sol cruzaban la ventana y me despertaron de mi profundo sueño. Miré mi despertador, eran apenas las ocho de la mañana. Decidí quedarme en mi cama unos minutos más porque era demasiado vaga para levantarme.

Toc toc toc

"Jennie, cariño, ¿estás despierta?" Preguntó mi madre desde el otro lado de la puerta.

"Sí mamá, pasa"

"Veo que has dormido bien, ¿eh?" Dijo mientras se sentaba en el borde de la cama, gentilmente acariciándome el cabello.

"La verdad es que sí" La abracé, me sentía muy a gusto en sus brazos.

"¿Qué vas a hacer hoy? Conociste a Lisa, ¿verdad?"

"E-Ehh sí, la conocí hace unos días. De hecho hoy vamos a comer juntas" Me gustaría contarle más sobre esta relación que tengo con Lisa pero... no me atrevo.

"Está bien, cielo. Lisa es una buena chica, me dijo que mañana podía tomarme el día libre y todo, así que podríamos pasar el día juntas después de tus clases, ¿qué te parece?"

"¿¿En serio?? ¡Qué bien! ¡Podríamos ver una película y comer palomitas juntas!" Eso me puso muy contenta, por fin podría pasar algo de tiempo con mi madre. Debo darle las gracias a Lisa.

"Perfecto. Ahora levanta y aséate" Me guiñó el ojo, a lo que yo sonreí.

El clima era realmente agradable, así que decidí usar un vestido de verano rosa palo de flores con un par de Converse blancas y me até el cabello en un moño sencillo. Me puse un poco de maquillaje, no muy sobrecargado, y un gloss en los labios para combinar con mi atuendo. Eran las 10:55, Lisa debería llegar pronto, así que me miré en el espejo por última vez para ver si todo estaba bien.

PIIIII PIIIII PIIIII

Sonó la bocina de un coche, miré por la ventana y vi a Lisa apoyada en la puerta de éste. Llevaba una camisa rosa pastel y unos jeans holgados con un par de zapatillas Nike. Estaba tan hermosa incluso con un atuendo tan simple. Corrí hacia abajo toda nerviosa y besé a mi madre en la mejilla. Respiré hondo abriendo la puerta, y en el momento en que Lisa me vio, su mandíbula cayó y me miró bien de arriba a abajo.

"¿Estás babeando, daddy?" La provoqué, ni siquiera sé porqué la llamé daddy pero la mirada que me estaba lanzando me llenaba de confianza.

"Estás tan bonita, linda, hermosa, guapa, sexy y perfecta hoy..." Dios, no pude evitar sentir como mis mejillas se enrojecían de repente. 

"Vamos, estoy empezando a tener hambre"  Lisa me dio la mano y la tomé con gusto, a la vez que con timidez.

Me abrió la puerta dejando que me sentase primero y de repente se inclinó sobre mí, yo pudiendo oler su perfume porque justo mi rostro estaba en la curva de su cuello. Me colocó el cinturón de seguridad y comprobó que estaba cómoda. Dios mío, su rostro estaba realmente muy cerca y tenía miedo de que pudiera escuchar mis frenéticos latidos. 

"¿Sabes que eres muy linda cuando te sonrojas, bebé?" Me guiñó el ojo y me besó en la frente. A partir de ahí mi cuerpo no reaccionó más, me pasé todo el trayecto mirando al frente sin saber qué hacer. No sabía cómo actuar, y podía sentir su mirada encima de mí la mayor parte del tiempo. Mierda, toda la confianza se me fue a la basura y ahora soy un tomate con parálisis.

***

"¡Ya hemos llegado!" Exclamó como una niña pequeña. El parque era realmente grande, lleno de árboles de cerezo, parecía un cuento de hadas. Lisa agarró las bolsas del maletero, en una mano portaba una bolsa térmica con todas las bebidas, y en la otra mano, otra bolsa llena de fiambreras con nuestra comida. Quería ayudarla pero ella no quería que yo llevase algo pesado, así que simplemente cogí la bolsa que portaba las mantas. Empezamos a buscar un sitio vacío donde sentarnos, y pudimos observar la cantidad de parejas, familias y niños que habían alrededor.